La Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitió un documento en el que hace algunas recomendaciones para utilizar un lenguaje inclusivo de género, el cual causó gran polémica, pues entre los puntos sugiere no referirse a las mujeres como “señorita”, por considerarlo discriminatorio.
Entre aplausos y críticas, la gente e incluso los medios de comunicación comenzaron a destacar este apartado, sin tomar en cuenta que el comunicado no es para la población en general, sino que está dirigido a los empleados de la organización.
“Estas directrices ofrecen una serie de estrategias para que el personal de la ONU utilice un lenguaje inclusivo de género”, se especifica.
En el documento titulado “Pautas para el uso del lenguaje inclusivo de género en español”, la ONU explica tres estrategias, con sus respectivos ejemplos, que sus empleados pueden aplicar en cualquier situación comunicativa, ya sea oral, escrita, formal o informal, independientemente del destinatario.
En el apartado “Evitar expresiones discriminatorias”, la organización internacional recomienda que cuando se dirijan o se refieran a alguien, los empleados utilicen las formas de dirigirse (título de cortesía), el pronombre personal y los adjetivos que correspondan a su género.
Si se dirige a la persona como “señora”, utilice el título de cortesía y las formas femeninas correspondientes. Si la situación lo permite, se puede consultar a la persona para preguntarle cómo prefiere que se dirijan a ella.
La ONU también señala que debe evitarse el uso de la palabra “señorita” para referirse a una mujer, sugiriendo el uso de “señora” en todos los casos para no explicitar innecesariamente su estado civil.
También subraya que, para saber cuándo se utilizan expresiones discriminatorias, es aconsejable invertir el género, por ejemplo:
El documento también aborda el desdoblamiento, que consiste en utilizar la versión femenina y masculina de una misma palabra, especialmente cuando se busca visibilizar a hombres y mujeres. Por ejemplo:
Sin embargo, la ONU sugiere no abusar de estos puntos, ya que podría dificultar la lectura, crear incoherencias o restar precisión al texto.
En cuanto a los títulos, cuando se conoce la identidad de género de la persona y se la identifica como mujer, es conveniente utilizar esta forma, a menos que la persona prefiera que se la denomine en masculino.
Ejemplos: presidente, jefe, juez, auditor.
Si la situación no requiere mencionar un cargo u ocupación al referirse a las personas, puede utilizarse el grupo, institución, organismo o función que representan.