El juicio que enfrenta en Estados Unidos la británica Ghislaine Maxwell, ex pareja de Jeffrey Epstein, acusada de servir de intermediaria al millonario en una serie de reiterados abusos sexuales contra menores, podría llegar a su fin la próxima semana tras conocerse el veredicto.
La defensa de Maxwell aseguró que presentaría 35 testigos, pero no lo hizo. Sus intervenciones se limitaron entre el jueves y el viernes por la mañana, lo que, según los expertos, deja una impresión muy pobre de su estrategia.
Al final de estas intervenciones, el juez, como es habitual, preguntó a Maxwell, de 59 años y a punto de cumplir los 60, el viernes por la tarde si deseaba declarar ante el jurado, a lo que se negó.
“Su señoría, el gobierno (la fiscalía) no ha logrado probar su acusación más allá de una duda razonable, por lo que no tiene sentido mi testimonio”, dijo Maxwell, en declaraciones recogidas por varios medios de comunicación presentes en la sala, en la que no había jurados en ese momento.
El fiscal Mitchell Epner, ex fiscal federal en un caso de tráfico sexual de alto perfil, dijo hoy al sitio web “Law and Crime” que si Maxwell hubiera testificado “le habría ido muy mal”, y razonó que en sus declaraciones públicas a los investigadores “fue arrogante y combativa”, lo que le valió dos cargos de perjurio.
A continuación, el juez citó a las partes (fiscalía y defensa) para que el lunes presenten sus alegatos finales ante la sala, tras lo cual el jurado se retirará a deliberar.
El juicio, que se celebra en el Tribunal Federal del Este de Nueva York, ha atraído una gran atención mediática, a pesar de que el acusado no es Epstein, que en agosto de 2019 se suicidó en una prisión donde esperaba el inicio de su juicio.
En la sala se han escuchado los nombres de famosos, personalidades y ex políticos que mantuvieron una relación con el multimillonario, que presuntamente abusó de jovencitas en las casas que tenía en Nueva York, Nuevo México, Florida y las Islas Vírgenes, donde poseía una isla.