La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) rechazó el martes un fallo judicial que prohibía a The New York Times publicar la información que tenía en su poder, ordenándole que retirara un artículo publicado anteriormente y que se abstuviera de seguir buscando información sobre el Proyecto Veritas.
El presidente de la SIP, Jorge Canahuati, dijo: “Estamos sorprendidos por esta orden judicial, que viola los principios de pre-censura e interfiere con el contenido y los procesos editoriales, todos los cuales están protegidos por la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos.
El juez del Tribunal Supremo del Estado de Nueva York, Charles Wood, dictaminó el viernes que The New York Times no puede publicar el contenido de las conversaciones entre el grupo Project Veritas y sus abogados, y ordenó que se devolvieran los archivos a la organización y se destruyeran las copias electrónicas en su poder.
Project Veritas, un grupo activista que se dedica a la vigilancia electrónica de los medios de comunicación de tendencia liberal, demandó al periódico por difamación en 2020.
El editor del New York Times, A.G. Sulzberger, dijo que apelaría la sentencia porque contradice una decisión del Tribunal Supremo de 1971 que permitía al periódico publicar los Papeles del Pentágono como asunto de interés público aunque el gobierno afirmara que eran secretos. Sulzberger dijo que la sentencia también pone en riesgo las fuentes de información.
En la orden judicial, el juez Woods señaló que más allá de la libertad de prensa, el periódico no puede anular el privilegio abogado-cliente durante el litigio.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, dijo que la SIP se unirá a un grupo de organizaciones que planean presentar un amicus curiae en la Corte Suprema de Nueva York para solicitar que el juez Wood levante las restricciones a la información.
Canahuati, director general del grupo multimedia Opsa en Honduras, y Jornet, director de noticias de La Voz del Interior en Argentina, dijeron que la información en poder del New York Times fue obtenida legalmente y no estaba relacionada con la seguridad nacional, lo que según los abogados constitucionalistas es una excepción a la libertad de prensa consagrada en la Primera Enmienda.