Los talibanes anunciaron el lunes que habían destruido una célula del Estado Islámico (EI) en la capital afgana, horas después de un presunto ataque de la organización yihadista contra una mezquita que dejó cinco muertos.
Según el portavoz talibán Zabihullah Mujahid, los militantes llevaron a cabo la operación en el norte de Kabul el domingo por la noche.
“Como resultado de la operación, que fue muy decidida y exitosa, el centro del EI fue completamente destruido y los miembros del EI que estaban dentro murieron”, dijo Mujahid.
Testigos y periodistas de la AFP escucharon golpes y disparos en la capital en el momento del ataque, mientras que las imágenes publicadas en las redes sociales mostraban una gran explosión y fuego en el lugar de los hechos.
Abdul Rahaman, un empleado del gobierno en Kabul, dijo a la agencia de noticias AFP que un gran número de fuerzas especiales talibanes atacaron al menos tres casas en su barrio.
“Los combates continuaron durante varias horas. No sé cuántos murieron o fueron arrestados, pero los combates fueron feroces”, dijo, añadiendo que el sonido de los disparos no le dejaba dormir.
La operación se produjo horas después de un ataque mortal contra un lugar de oración en la mezquita Eid Gah en memoria de la madre del portavoz talibán Mujahid, que murió la semana pasada.
Un funcionario de la comisión cultural del gobierno, que no quiso ser nombrado, dijo a la agencia de noticias AFP que cinco personas murieron y 11 resultaron heridas y que entre las víctimas había civiles y talibanes.
“También hemos detenido a tres personas en relación con la explosión”, añadió.
Según el funcionario, el artefacto explosivo fue colocado en la entrada de la mezquita y detonado cuando la gente salía de ella tras ofrecer sus condolencias a Muyahid y a su familia.
El lunes, Mujahid dijo a la agencia de noticias AFP que la investigación estaba en curso, pero que “la información preliminar sugiere que grupos vinculados a Daesh (IS) pueden haber llevado a cabo el ataque”.
Tanto los talibanes como la rama afgana del EI, conocida como Estado Islámico-Provincia de Jorasán, son partidarios de la línea dura suní, pero difieren en cuanto a religión y estrategia, lo que ha dado lugar a sangrientos enfrentamientos entre ellos.