Starbucks vuelve a ser noticia, pero no precisamente por sus productos o alguna oferta especial, esta vez ha sido gracias a un grupo de trabajadores que el gigante del café está en el punto de mira.
Los empleados de una de sus cafeterías en Buffalo, Nueva York, decidieron crear su primer sindicato y hoy te contamos por qué estos jóvenes hicieron historia en esta famosa cadena internacional.
Todo comenzó cuando la pandemia de Covid-19 provocó una de las mayores crisis económicas del mundo, que fue el detonante que empujó a estos trabajadores a exigir mejoras laborales y a iniciar procesos de sindicalización.
Cuando los empleados comenzaron con la idea de formar un sindicato, la empresa no lo vio con buenos ojos y en respuesta a su intento de frustrar la iniciativa, los jóvenes denunciaron a través de la organización Workers United, que la cadena de cafeterías estaba llevando a cabo “una campaña de amenazas, intimidación y vigilancia” a los trabajadores de tres de sus locales de Búfalo por su intento de sindicalización.
Tras exponerlo, el director general de Starbucks, Kevin Johnson, afirmó que la empresa buscaba colaborar para resolver los problemas expuestos.
“Trabajamos juntos y colaboramos, así es como resolvemos los problemas, así es como evolucionamos, así es como servimos a nuestros clientes, como socios. Por eso no estamos de acuerdo [con la idea de un sindicato], pero estamos buscando opciones y vamos a hacer lo que siempre hemos hecho, servir a nuestros socios.”
Sus trabajadores no cedieron a las presiones de Starbucks y, tras organizar una votación por correo entre las tres sucursales implicadas, la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) anunció que, tras una votación mayoritaria, se aprobaba la creación de un sindicato, el primero en los 50 años de historia de la corporación cafetera.
Tras el anuncio, los representantes de la empresa tendrán que sentarse a negociar un convenio colectivo, el primero al que se enfrenta Starbucks, que intentó convencer a sus empleados de que pusieran un representante entre ellos y la dirección de las cafeterías por considerar que esta idea “traicionaba la cultura de solidaridad de la empresa”.
El éxito de los empleados trascendió y motivó a otras tres cafeterías de Buffalo y a una cuarta del estado de Arizona, a luchar por crear su sindicato de la misma manera.
El sector privado en Estados Unidos tiene un bajo nivel de afiliación sindical en el sector privado, donde el nivel de afiliación entre los trabajadores de cafeterías y restaurantes sólo alcanza el 1,2% de la plantilla. Basándose en estas cifras, la NLRB falló a favor de los trabajadores, garantizando así su derecho a formar un sindicato en los tres locales que lo solicitaron.