La misofobia, también conocida como germofobia, es la última moda en trastornos psicológicos. Para ser precisos, no es nada nuevo, pero hoy en día parece estar en boca de todos debido a la pandemia y a la obsesión por la higiene.
Los misófobos nos rodean, se levantan con el pensamiento de que los gérmenes están al acecho en cada superficie, cada objeto en el hogar o fuera de él, cada mano que deben saludar.
La verdad es que no hay nada más emocionante que un día en tu vida de germofóbico. Si te gusta pasar horas y horas limpiando y desinfectando, entonces esta es tu oportunidad de oro para vivir tu vida en completa abstinencia mundana.
La limpieza obsesiva día a día, rutinas y mantras de desinfección, no importa si están en la calle, en casa, en el trabajo. Para los misófobos, eso es el camino diario: guantes, alcohol en gel, jabón antibacterial, hasta llevan una botella consigo. Una vida dedicada a la perfección que no se valora lo suficiente.
¿Y qué causa la germofobia?
Todo comienza en casa, en la infancia de aquellos que fueron criados para tener miedo, mucho miedo. La predisposición genética y el aprendizaje son factores decisivos. Eso significa que los niños aprenden los patrones de los padres obsesionados con la higiene, creciendo sumergidos en la idea de que las bacterias pueden dañarlos.
La situación actual de la pandemia del COVID-19 es una provocación para aquellos que ya tienen esta fobia. Cualquier tosante a cinco metros puede ser una señal de peligro. La precaución nunca es excesiva, la limpieza siempre es insuficiente. Así que si tienes miedo, ¡bienvenido a la familia germofóbica!
¿Cómo detectar si una persona es germofóbica?
Es fácil identificar a aquellos que padecen de esta fobia. Si conoces a alguien que es hipocondríaco ante cualquier situación de suciedad, que muestra hipervigilancia, ansiedad y evitación de lugares o situaciones potencialmente sucias, puede que seas amigo de un paranoico de la limpieza.
- Síntomas físicos, como sentir picazón, enrojecimiento, dolor e incluso escozor en la piel al tocar objetos potencialmente sucios.
- El lavado de manos obsesivo, un ritual que puede durar hasta cinco minutos y que a menudo se realiza incluso cuando no es necesario.
- Es un solitario en potencia, ya que evita lugares públicos y eventos sociales para evitar el contacto con personas que puedan estar infectadas o haber estado en contacto con ellas.
¿Cómo afecta la misofobia a la vida diaria?
La germofobia puede ser tan intensa que arruinará la vida de cualquiera. Tendrás que renunciar a la vida en sociedad, no podrás disfrutar de comidas en un restaurante, cuidarte de besos y abrazos, y tendrás que practicar la tranquilidad de no tocar los objetos cotidianos con las manos desnudas.
No importa la edad, puede afectar a todos.
Para los niños, la situación puede resultar aún peor, ya que el aprendizaje de los padres obsesionados con la limpieza a menudo lleva a los niños a desarrollar comportamientos germofóbicos. ¡Las casas de los niños pueden ser un lugar muy aburrido con padres así!
Tratamiento para la misofobia
La exposición con prevención de respuesta es una técnica que consiste en exponerte gradualmente a los estímulos que te causan miedo y prevenir tus conductas de neutralización. Esto te permitirá superar poco a poco tu miedo y superar la enfermedad.
Es imprescindible buscar ayuda profesional cuanto antes, antes de que la enfermedad se apodere de ti. El trastorno obsesivo-compulsivo también es común en estos casos, y conforma parte de los cuadros de ansiedad por la salud o hipocondría.
Si te conviertes en germofóbico, se paciente: Esta vida agotadora es para toda la vida. Después de todo, la obsesión por la limpieza es solo la última forma de obsesión; es la obsesión por nuestra propia seguridad, ¿y quién de nosotros no la padece?