MOSCÚ. El Tribunal Supremo ruso ordenó el cierre de la ONG Memorial, que recurrirá la sentencia, un emblema de la sociedad civil por su defensa de las libertades y por su papel como custodio de la historia de las víctimas del Gulag soviético.
La decisión contra Memorial, que goza de gran prestigio fuera de Rusia, se enmarca en la represión contra los críticos del Kremlin que se ha acelerado en 2021, año en el que se han cerrado medios de comunicación y ONG independientes y se ha desmantelado el movimiento del líder opositor encarcelado Alexei Navalni.
A continuación, la policía obligó a los seguidores de la ONG y a los periodistas a abandonar el edificio. Al menos seis personas fueron detenidas, antes y después del veredicto.
En un comunicado emitido posteriormente, Memorial prometió encontrar “vías legales” para continuar con sus actividades.
La fiscalía pidió la disolución de Memorial Internacional, la estructura clave que coordina la red de la organización en Rusia, acusándola de haber violado “sistemáticamente” las obligaciones de su condición de “agente extranjero”, además de hacer apología del terrorismo.
“Un poder que tiene miedo de la memoria nunca alcanzará la madurez democrática”, subrayó el Memorial del campo de exterminio nazi de Auschwitz, mientras que Amnistía Internacional denunció un “insulto” a la memoria de las víctimas de los campos soviéticos.
Memorial, creado en 1989 por disidentes soviéticos (entre ellos el Premio Nobel de la Paz Andrei Sájarov), comenzó a documentar los crímenes estalinistas y los campos del Gulag, y continuó su labor en defensa de los derechos humanos y de los presos políticos.
Esta ONG también investigó los abusos rusos durante las guerras de Chechenia y, más recientemente, los del grupo paramilitar Wagner, considerado el brazo armado de Rusia en el extranjero, algo que el Kremlin niega. En 2009, Natalia Estemirova, jefa de la agencia en la región del Cáucaso, fue asesinada. El crimen nunca se resolvió.