BUENOS AIRES: Sudamérica, epicentro de la pandemia y escenario de numerosas tragedias, es ahora la región más vacunada del mundo, con un 63,3% de la población vacunada.
Europa ocupa ahora el segundo lugar, con un 60,7%. En África, sólo el 8,8% de la población ha cumplido el calendario de vacunación, según el proyecto Our World in Data, que recoge las cifras oficiales de los gobiernos de todo el mundo.
En Perú, el oxígeno se estaba agotando. Los sepultureros trabajaron toda la noche en Sao Paulo, Brasil. Los cuerpos fueron almacenados en contenedores en Guayaquil, Ecuador. En Brasil, el mayor país de América Latina, el número de muertes causadas por el coronavirus es el segundo más alto del mundo.
Pero en los últimos meses, a pesar de los modestos servicios sanitarios y los niveles de renta más bajos que en Europa o Estados Unidos, la región se ha convertido en un éxito sorprendente en la carrera de la vacunación.
Las tasas de infección y muerte han caído en picado en comparación con la mitad del año, cuando América Latina y el Caribe representaban casi la mitad de las muertes e infecciones mundiales. Ahora es Europa donde la infección se está extendiendo debido a la propagación de Omicron.
En Centroamérica y el Caribe, las tasas de vacunación son muy bajas, e incluso la media bajaría al 38% si se tiene en cuenta México con un 56%, Panamá, Costa Rica con un 62% y el caso especial de Cuba con un 92% de la población total con al menos una vacuna.
Los epidemiólogos señalan varios factores que explican la rápida campaña de vacunación en Sudamérica. Lo más importante, dicen, es la historia de décadas de éxito de las campañas de vacunación, que han creado la infraestructura necesaria para llevar a cabo la vacunación masiva, al tiempo que se ha creado la confianza de la población.
Sin embargo, la región está lejos de estar fuera de peligro, sobre todo porque la variante Omicron se extiende por todo el mundo. Incluso con el 63,3% de la población vacunada, la región sigue estando por debajo del umbral que la mayoría de los científicos consideran necesario para una protección masiva. La nueva variante Omicron está haciendo estragos en gran parte de Europa, a pesar de que los niveles de protección de la vacunación son similares.
La Organización Mundial de la Salud advirtió que la rápida propagación de Ó micron podría aumentar las hospitalizaciones, aunque los estudios sugieren que provoca síntomas más leves.
Sin embargo, la agencia instó a la cautela ante los datos preliminares sobre un menor riesgo de hospitalización, afirmando que los casos observados en la actualidad afectan sobre todo a “poblaciones jóvenes y sanas en países con altas tasas de vacunación”.