El VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) será el de la renovación generacional. El cónclave que comienza este viernes despedirá a Raúl Castro, de 89 años, de la política y se espera que con él otros ancianos dirigentes del partido único cedan el timón a sus sucesores.
El rejuvenecimiento de la cúpula del PCC, máximo órgano de gobierno del Estado cubano, se produce en un momento de grave crisis, agravada por el embargo estadounidense y la pandemia. La escasez de absolutamente todo en el país, desde los productos básicos y las medicinas hasta las oportunidades profesionales, ha alimentado el descontento social con un modelo de Estado que en seis décadas no ha cumplido la promesa de un socialismo próspero.
En esta difícil coyuntura, el inminente Congreso (del 16 al 19 de abril) plantea algunos interrogantes a las nuevas generaciones de cubanos: ¿Qué esperan del cónclave? ¿Apoyan el sistema de partido único o cambiarían a un sistema multipartidista? ¿Qué piensan del PCC? ¿Por qué se afilian, o rechazan, a la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC)?
Para responder a estas preguntas a través de las voces de los propios jóvenes, Efe entrevistó a ocho estudiantes universitarios de La Habana de diferentes orígenes y posiciones políticas. Los nombres sin apellidos -seis- son ficticios ya que solicitaron el anonimato.
A continuación, sus reflexiones.
QUÉ ESPERAN DEL VIII CONGRESO
“Sé que se va a celebrar, pero no conozco los detalles ni me interesa demasiado. Me gustaría pensar que se centrará en resolver los principales problemas del país, pero no espero mucho”, dice Juan, estudiante de química de 22 años.
Ana, estudiante de idiomas de 23 años, no sabía que el VIII Congreso se celebraba esta semana. Alertada por este redactor, asegura que los jóvenes muestran “pasividad” ante este tipo de eventos ya que “se debate y se promete mucho, pero ya nos hemos resignado a no ver resultados en un futuro próximo.”
“Uno espera que el Congreso resuelva los problemas actuales en relación con el pueblo, pero sólo saben hablar de la continuidad de una Revolución que no lleva a ninguna parte”, dice Lisa, estudiante de medicina de 21 años.
Laura Vargas, estudiante de gestión del patrimonio cultural de 26 años, confiesa que no espera “nada positivo” del cónclave, que en su opinión busca “actualizar el modelo económico que tenemos actualmente, que deja desprotegidas a la mayoría de las familias cubanas”.
Raúl Escalona, estudiante de periodismo de 24 años y activo militante de la UJC, espera con optimismo y expectación el Congreso que, asegura, “tendrá repercusiones en la vida de todos, incluso para los que no les importa”.
Este joven cree que el evento aportará “claridad en el futuro del proyecto político de la Revolución y también para observar cómo los comunistas cubanos nos situamos en el lugar singular de la Historia”.
PARTIDO COMUNISTA ÚNICO O MULTIPARTIDISMO
Preguntado por su opinión sobre el PCC y el sistema de partido único en Cuba, Escalona responde que “es un intento digno de construir una alternativa democrática a las cortinas de humo de la democracia liberal y debe encontrar el camino para la realización de la democracia continua y ampliada en la lucha diaria por la construcción del socialismo”.
Pedro, estudiante de idiomas y también militante de la UJC, es más crítico: “lo que creemos que es nuestra mayor fortaleza, en el siglo XXI se ha convertido en nuestra mayor debilidad. El gobierno ha tenido sus razones para mantener este sistema, pero nosotros también debemos dar pasos en otra dirección sin cejar en el empeño de mantener nuestras victorias.”
“No creo que los problemas de Cuba se deban al sistema de partido único. Podríamos tener un partido único y ser un país desarrollado. Los problemas vienen de una estructura que se creó con el triunfo de la Revolución basada en modelos de socialismo fracasados”, opina María, licenciada en Historia de 24 años.
Ana define al PCC como “un enorme perro guardián que en algún momento se durmió y ya no recuerda lo que debe proteger” y sobre el compromiso político de su generación asegura que “tendremos una Revolución, pero nos queda muy poco como revolucionarios”.
Lisa y Carla, de 24 años y licenciada en arte, adoptan posiciones más radicales. La primera afirma que “el partido sólo defiende sus propios intereses” y la segunda cree que entre los jóvenes “nadie tiene una opinión favorable del partido, ni siquiera sus militantes”.
LOS JÓVENES, ¿MILITANTES?
En virtud de la política de cuadros, todo aquel que aspire a un futuro puesto de relevancia en el Estado cubano debe comenzar su escalada en la Unión de Jóvenes Comunistas y continuarla en el PCC.
Junto a estas y otras ventajas asociadas a la condición de militante, la pertenencia a la UJC conlleva también responsabilidades, como la asistencia a reuniones, asambleas y otros actos, así como el pago de una pequeña cuota mensual.
El carnet de miembro de la UJC, fundada en 1962, era un