Un ex militar colombiano fue acusado el martes en Estados Unidos por su presunta participación en el asesinato de Jovenel Moise, presidente de Haití.
El hombre, de 43 años, está acusado de participar “en un complot para secuestrar o asesinar” al presidente haitiano el pasado mes de julio, según informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos en un comunicado.
El colombiano fue detenido el lunes en un aeropuerto de Panamá, cuando se encontraba en un vuelo de Jamaica a Colombia; posteriormente fue extraditado a Miami, donde compareció ante un juez el martes.
Si es declarado culpable de los cargos que se le imputan, se enfrenta a cadena perpetua.
En reacción a la acusación, el primer ministro haitiano, Ariel Henry, dijo en un mensaje transmitido por su oficina a la AFP que desea que “la justicia triunfe por el infame asesinato de Jovenel Moise, no sólo para el ex presidente sino también para su familia y para nuestra nación”.
La Fiscalía estadounidense afirma que el complot contra Moise “se centró inicialmente en el secuestro del presidente como parte de una supuesta operación de arresto”, pero “finalmente resultó en un complot para asesinar”, bajo la dirección de un hombre identificado como “co-conspirador número 1”.
Este hombre, con doble nacionalidad haitiana y estadounidense, está detenido en Haití.
Los fiscales afirman en la denuncia que “el 7 de julio de 2021, […] entraron en la residencia del presidente en Haití con la intención y el propósito de matar al presidente Moise, y de hecho el presidente fue asesinado”.
El nuevo imputado ya había sido detenido en octubre pasado en Jamaica, fue liberado y deportado a Colombia porque Haití no aportó pruebas suficientes de su participación en el asesinato.
Sin embargo, fue detenido por las autoridades panameñas cuando hizo escala en el aeropuerto internacional de Tocumen.
Según la directora del Servicio Nacional de Migración panameño, Samira Gozaine, tras su detención, el acusado “aceptó la extradición voluntaria y por eso anoche (lunes) abordó un vuelo a Miami”.
El Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) está trabajando en el caso con otros socios, como los agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI).
Aunque varios haitianos, dos estadounidenses y una quincena de colombianos acusados de estar implicados en el asesinato de Moise están encarcelados en la prisión de Puerto Príncipe desde el verano, la investigación sobre el asesinato no parece avanzar.
El asesinato del presidente ahondó en la profunda crisis política en la que está inmerso Haití desde hace años.
El Primer Ministro Henry también denunció haber sido objeto de un intento de asesinato.
En una entrevista con la AFP publicada el lunes, Henry dijo que tuvo que salir corriendo de las celebraciones de la fiesta nacional el sábado en la ciudad de Gonaives bajo ráfagas de disparos que alcanzaron su vehículo blindado.
Sin un parlamento que funcione desde hace dos años y con un poder judicial paralizado, Haití, el país más pobre del Caribe, se hunde en una crisis de gobernabilidad.
El creciente control de las bandas sobre el territorio nacional dificulta las esperanzas de una mejora de las condiciones de vida de la población, víctima de secuestros cometidos diariamente por bandas armadas.
En 2021 se registraron al menos 950 secuestros en Haití, según el Centro de Análisis e Investigación de los Derechos Humanos, con sede en Puerto Príncipe.