Sólo en lo que va de 2021 se han producido ocho tiroteos de gran repercusión perpetrados por individuos armados contra civiles en Estados Unidos; los más relevantes son los de Colorado, Atlanta e Indianápolis, ante los que el presidente Joe Biden ha prometido actuar prohibiendo la venta de armas de gran potencia. A pesar de ello, la sociedad estadounidense sigue profundamente dividida en este tema. Según una encuesta del centro de estudios Pew Research, el 81% de los estadounidenses que se identifican como demócratas creen que debería haber mayores restricciones en la compra de armas, mientras que sólo el 20% de los republicanos piensan lo mismo. También existen marcadas diferencias sobre el impacto que tiene la venta de armas en la delincuencia y la ocurrencia de tiroteos.