El presidente Andrés Manuel López Obrador prepara una “reforma administrativa” para que los organismos autónomos dejen de serlo y vuelvan a formar parte de las secretarías de Estado, mientras que el Instituto Nacional Electoral (INE) se integraría al Poder Judicial.
La propuesta es: “A ver, ¿por qué los organismos del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial no se encargan de esto? ¿Por qué estos poderes, supuestamente autónomos, independientes, cuya función no es servir al pueblo, sino proteger a las minorías?”.
El Presidente justificó que hace tres décadas no existían organismos autónomos como el INE, el Inai, la Cofece o el IFT.
En ese entonces, todavía bajo el régimen que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) estableció durante casi 70 años, el Ejecutivo Federal tenía todo bajo su control.
“Desde 1994, a principios de los 90, hasta la fecha, hay muchos organismos autónomos, desintegraron el Estado… y crearon todos estos organismos”, dijo.
Aunque López Obrador habló de una reforma administrativa, ésta tendría que ser constitucional porque la Carta Magna reconoce a los organismos autónomos según su función de protección de los derechos humanos, procuración de justicia, organización de procesos electorales, entre otros. La Carta Magna otorga a los organismos públicos autónomos personalidad jurídica y patrimonio propio, lo que los convierte en personas jurídicas de derecho público, con capacidad normativa o reguladora.
En opinión del presidente, la mayoría de estos organismos “no hacen nada en beneficio del pueblo” y sus miembros “ganan mucho” dinero.
“Hay institutos para todo. Era como el caso de los trusts: cientos de trusts. Nos ayudó mucho que se cancelaran porque nos ahorramos 50 o 60 mil millones de pesos”, dijo.
De aprobarse su reforma, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) pasaría a formar parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) sería un apéndice de la Secretaría de la Función Pública.
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) se integraría a la Secretaría de Economía. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) regresaría a la Secretaría de Gobernación y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), encargado de medir la pobreza en México, estaría en manos de la Secretaría del Bienestar.
Sobre el caso particular del INE, López Obrador dijo que no regresaría a la Secretaría de Gobernación, como estaba antes, sino que se integraría al Poder Judicial para hacerlo “verdaderamente” independiente. “Tiene que ser verdaderamente autónomo, es que ahora no lo es. Y podría estar en el Poder Judicial. Un poder autónomo, independiente, con gente íntegra, honesta, intachable, pero no lo que estamos sufriendo ahora”.
La última vez que la Segob organizó las elecciones presidenciales fue en 1988, cuando Manuel Bartlett era titular del organismo. Esas elecciones, ganadas por el candidato oficial Carlos Salinas de Gortari, son recordadas por la caída del sistema. Del conflicto postelectoral surgió el PRD, del que López Obrador fue líder nacional y candidato presidencial en dos ocasiones.
Consultados sobre esta propuesta, el INE, el Inai y la Cofece declinaron dar una postura al respecto.