Los estándares son acuerdos documentados que contienen especificaciones técnicas o criterios precisos utilizados consistentemente para asegurar que los materiales, productos, procesos y servicios cumplan con su propósito. En otras palabras, son reglas establecidas que garantizan la calidad y la uniformidad en diferentes áreas de trabajo.
Los estándares desempeñan un papel muy esencial en nuestra sociedad, ya que permiten establecer un lenguaje común y comprensible entre diferentes actores. Esto facilita la comunicación, la colaboración y el intercambio de información, especialmente en campos técnicos y científicos.
En el caso específico de la gestión de información, los estándares son normas que deben cumplirse para que la información pueda ser compartida. Estas normas aseguran que los datos se manejen de manera consistente, confiable y compatible, lo que mejora la interoperabilidad y facilita el acceso a la información por parte de diferentes sistemas y usuarios.
A nivel internacional, existen diversos organismos encargados de establecer estándares en diferentes áreas. Algunos de ellos son el Comité Europeo de Normalización, el Comité Federal de Datos Geográficos, la Asociación Americana de Fotogrametría y Percepción Remota, el OpenGIS Consortium y el Comité técnico TC 211 de la ISO. Estos organismos desarrollan estándares específicos que se aplican en diferentes países y sectores, asegurando la calidad y la confiabilidad de los productos y servicios que se ofrecen.
Cuáles son los tipos de estándares
Los tipos de estándares mencionados en la información son:
- Los estándares de tiempo son aquellos que indican el tiempo necesario para llevar a cabo la elaboración de un producto. Por ejemplo, en una panadería se podría establecer un estándar de 60 minutos en promedio para producir 200 panes.
- Los estándares de costo son guías que determinan los costos que un producto debe cumplir para que su comercialización sea rentable. Por ejemplo, el costo de elaboración de un pan francés debe ser un 12% menor al de un pastel.
- Los estándares de calidad establecen los criterios de certificación sobre la aptitud de un elemento, servicio o proceso por sus características y cualidades. Por ejemplo, en una panadería se podría establecer que al menos el 90% de los panes horneados deben calificar como de buena calidad.
- Los estándares de cantidad están relacionados con la cantidad de existencias de producto terminado, el volumen de producción o la cantidad existente de materias primas. Por ejemplo, se podría establecer un estándar de producción de 200 panes por hora en una panadería.
- Los estándares de seguridad establecen los requerimientos necesarios para garantizar la seguridad de los productos, servicios y procesos. Por ejemplo, existe un estándar de seguridad para juguetes que describe los requisitos de las pruebas a realizar y del etiquetado para evitar que se vendan juguetes peligrosos.
- Los estándares ambientales pueden ser leyes que se deben cumplir obligatoriamente o adoptados de forma voluntaria por una industria o empresa para tener una buena gestión del ambiente. Por ejemplo, puede haber un estándar para filtrar las partículas de los gases que se emiten para mejorar la calidad del aire.
- Por último, los estándares de contabilidad son aquellos que se utilizan para la medición, interpretación, procesamiento, cálculo y comunicación de la información financiera de una empresa. Un ejemplo de estándar de contabilidad ampliamente utilizado son los principios de contabilidad generalmente aceptados (GAAP, por sus siglas en inglés).
Uso de estándares en México en qué industrias
En México, los estándares son utilizados en diversas industrias con el fin de asegurar la calidad y seguridad de los productos y servicios. Esto se intensificó después de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, el cual impulsó la globalización de la economía mexicana. Con este tratado, se aumentó la importancia de la calidad y la productividad, lo que llevó a la implementación de estándares en diferentes sectores.
En el ámbito de las Tecnologías de la Información (TI), específicamente, existen actualmente 38 estándares o normas mexicanas vigentes. Estas normas definen las mejores prácticas aceptadas en áreas relacionadas con la terminología, producción, calidad y seguridad del software. Con el rápido avance tecnológico y la creciente importancia de las TI, estos estándares son fundamentales para garantizar la calidad y seguridad de las soluciones informáticas que se desarrollan y utilizan en México.
El proceso de generación de una norma en México se basa en la Ley Federal sobre Metrología y Normalización y consta de varios pasos. En primer lugar, el organismo normalizador forma un Comité Técnico especializado en la materia, al cual invita a representantes de diferentes entidades, como empresas privadas, universidades, gobierno, cámaras de la industria y asociaciones. A través de reuniones de trabajo y consensos, se formaliza el estándar con la firma de todos los participantes. Luego, se somete a un periodo de consulta pública y, finalmente, se publica en el Diario Oficial de la Federación para su entrada en vigor después de 60 días.
En cuanto a la elección de los temas de normalización, el organismo normalizador invita a los diferentes sectores a proponer temas. Estas propuestas se incluyen en el Programa Nacional de Normalización, que luego es sometido a la consideración de la Comisión Nacional de Normalización para su aprobación. Una vez aprobado, se publica en el Diario Oficial de la Federación y se programan las reuniones de trabajo del Comité Técnico de Normalización. Esto permite que los interesados en distintos sectores participen activamente en la creación y actualización de los estándares relacionados con sus industrias.
Las organizaciones que establecen estándares en México
En México existen varias organizaciones que desempeñan un papel fundamental en el establecimiento de estándares. Estas organizaciones se encargan de asegurar la calidad y la conformidad de diversos productos y servicios en el país. Entre las organizaciones más prominentes se encuentran:
- La Organización Internacional de Normalización (ISO): Esta organización es reconocida a nivel mundial por desarrollar estándares internacionales en diferentes áreas. En México, la ISO tiene un Comité Técnico (ISO TC 204) que se encarga de los estándares de Sistemas de Transporte Inteligente (ITS). Este comité trabaja en la definición de normas para garantizar la eficiencia y la seguridad de los sistemas de transporte en el país.
- United Nations ECE (Comisión Económica para Europa): Esta organización juega un papel crucial en el establecimiento de estándares en México. A través de su Foro Mundial, aborda diversas áreas de trabajo relacionadas con los Sistemas de Transporte Inteligente (ITS). Sus investigaciones y mejores prácticas contribuyen a mejorar la seguridad vial y la eficiencia del transporte en el país.
- El Comité Europeo de Normalización (CEN): Este comité se enfoca en el establecimiento de estándares europeos en varios dominios, incluyendo el transporte. En el ámbito de los Sistemas de Transporte Inteligente (ITS), el Comité Técnico CEN TC 278 trabaja en conjunto con el Comité ITS de la ISO (ISO/TC 204). Su colaboración promueve la armonización técnica y la cooperación entre diferentes partes interesadas en México.
- European Telecommunications Standards Institute (ETSI): Esta organización tiene una importancia estratégica en el desarrollo de estándares en Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Los servicios de Sistemas de Transporte Inteligente (ITS) se basan en las comunicaciones, por lo que el ETSI juega un papel clave en la definición de estándares que aseguran la interoperabilidad de los sistemas en México y a nivel mundial.
Estas organizaciones internacionales trabajan en conjunto con entidades y organismos mexicanos para asegurar la calidad y cumplimiento de los estándares en el país. Su labor promueve la armonización técnica, la seguridad y la eficiencia en diferentes áreas, lo que contribuye al desarrollo de México y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.
Beneficios de seguir estándares en la industria
La estandarización de procesos en la industria trae consigo una serie de beneficios que contribuyen directamente a mejorar la eficiencia y competitividad de las empresas. Al seguir estándares establecidos, se logra una mayor claridad en los procedimientos, eliminando conjeturas y confusiones innecesarias. Esto permite que los colaboradores trabajen de manera rápida y eficiente, manteniendo un alto nivel de calidad en su desempeño.
Además de la mejora en la claridad, la estandarización de procesos también garantiza una mayor interoperabilidad entre socios y dentro de la propia organización. Al utilizar los mismos modelos de datos y definiciones, se reduce la posibilidad de errores y se logran resultados más precisos. Esto no solo contribuye a una menor incidencia de prácticas de prueba y error, sino que también se traduce en una reducción de los costos operativos.
Otro beneficio importante de seguir estándares en la industria es el impacto positivo que tiene en la satisfacción del cliente. La estandarización de los procedimientos de servicio al cliente asegura respuestas rápidas y precisas por parte de los representantes de atención al cliente, lo que se traduce en una experiencia satisfactoria para los clientes. Esto a su vez fomenta la retención de clientes y fortalece la reputación de la empresa en el mercado.
Finalmente, la estandarización de procesos también contribuye a mejorar la competitividad de una empresa en el ámbito internacional. Al dominar los procesos estandarizados, los colaboradores se vuelven más eficientes y productivos, lo que permite a la empresa destacarse en un mercado global cada vez más competitivo. Además, al seguir estándares reconocidos internacionalmente, las empresas pueden acceder a mejores oportunidades de colaboración y establecer relaciones comerciales sólidas con socios extranjeros.
Proceso para establecer un estándar de trabajo
El proceso para establecer un estándar de trabajo es paso a paso y consta de varios pasos. Comienza por analizar e identificar el proceso que se debe estandarizar. Luego, se define la mejor práctica conocida y se formaliza el proceso utilizando un material estándar. Es crucial informar y formar a los colaboradores sobre el nuevo estándar para que puedan aplicarlo correctamente.
Una vez que se ha establecido el estándar, se inicia un período de prueba donde se aplica y se mide su efectividad. Durante este tiempo, se analizan los desvíos y se corrigen para prevenir recurrencias. Es crucial asegurarse de que el estándar sea respetado por quienes lo ejecutan y que se realicen las modificaciones necesarias en caso de cambios en la operatoria.
Para mantener el estándar bajo control, es necesario realizar una supervisión continua. Durante la supervisión se controlan aspectos como el cumplimiento del ciclo, la cronología de las operaciones y las reglas de seguridad. Además, se aprovecha esta oportunidad para sensibilizar a los colaboradores sobre la importancia del estándar, tratar cualquier no conformidad y solicitar ideas y opiniones de mejora. Todos estos resultados se registran en una ficha o tabla de seguimiento para mantener un registro claro y evidente del progreso.
Estándares relevantes en México
En México, los estándares relevantes se dividen en tres tipos de normas según la Ley Federal sobre Metrología y Normalización:
- Normas Oficiales Mexicanas (NOM): Son regulaciones técnicas de carácter obligatorio que tienen como objetivo regular los productos, procesos o servicios que puedan representar un riesgo para las personas, animales, vegetales y el medio ambiente en general. Estas normas garantizan la seguridad y calidad de los productos y se aplican en diferentes industrias, como la alimentaria, la farmacéutica, la automotriz, entre otras.
- Normas Mexicanas (NMX): Son elaboradas por un organismo nacional de normalización o la Secretaría de Economía (SE). Estas normas establecen los requisitos mínimos de calidad de los productos y servicios con el objetivo de proteger y orientar a los consumidores. Su aplicación es voluntaria, excepto en los casos en que los particulares manifiesten que sus productos, procesos o servicios son conformes con ellas, o cuando una NOM requiera su observancia para fines determinados. Las normas mexicanas son aplicables en diversas industrias, tales como la electrónica, la construcción, la telecomunicaciones, entre otras.
- Normas de Referencia (NRF): Son elaboradas por las entidades de la administración pública para aplicarlas a los bienes o servicios que adquieren, arriendan o contratan. Estas normas se utilizan cuando las normas mexicanas o internacionales no cubren los requerimientos de las mismas o cuando sus especificaciones resultan obsoletas o inaplicables. Su aplicación es específica a cada entidad y sector, cubriendo áreas como la adquisición de bienes y servicios del gobierno, la construcción, entre otras.
La Secretaría de Economía, a través de la Dirección General de Normas, es responsable de operar el Catálogo Mexicano de Normas. Este catálogo se revisa y actualiza de manera constante para incorporar las publicaciones relacionadas con las NOM y NMX que se notifican a través del Diario Oficial de la Federación.
La importancia de cumplir con los estándares en la industria
El cumplimiento de los estándares en la industria es fundamental para garantizar la calidad, seguridad y aceptación en el mercado de los productos y servicios que una empresa ofrece. Esto implica seguir normas y regulaciones establecidas, como la ISO 9001, que aseguran que los procesos utilizados cumplan con los requisitos del cliente y con los reglamentos aplicables.
Además de asegurar la calidad, cumplir con los estándares brinda beneficios tanto en el mercado como ante los clientes. En el mercado, mejora la imagen de los productos y/o servicios, favorece su desarrollo y afianza su posición, permitiendo el crecimiento y la entrada a mercados externos gracias a la confianza generada entre los clientes y consumidores.
Ante los clientes, cumplir con los estándares aumenta la satisfacción, ya que se garantiza que los productos y servicios cumplen con los estándares de calidad establecidos. Además, el cumplimiento de estándares evita la necesidad de múltiples auditorías, lo cual facilita la relación con los clientes y permite llegar a acuerdos de calidad concertada.
En términos de gestión empresarial, cumplir con los estándares es un medio para mantener y mejorar la eficacia y adecuación del sistema de gestión de calidad. También estimula a la empresa a entrar en un proceso de mejora continua, aumenta la motivación y participación del personal, y mejora la gestión de los recursos disponibles.
Impacto de los estándares en los consumidores
Los estándares de calidad tienen un impacto significativo en los consumidores. Estos estándares están diseñados para proteger a los consumidores asegurando la calidad, seguridad y confiabilidad de los productos que compran. Cuando los consumidores confían en que un producto cumple con los estándares establecidos, se sienten seguros de su elección y tienen la tranquilidad de que están adquiriendo un producto de calidad.
Además de garantizar la calidad de los productos, los estándares también promueven la competencia justa entre las empresas. Al tener reglas y regulaciones claras sobre la calidad de los productos, se evita que las empresas compitan mediante la reducción de la calidad o el uso de prácticas engañosas. Esto beneficia a los consumidores al asegurar que todas las empresas jueguen con las mismas reglas, lo que les permite tomar decisiones informadas y no ser engañados por productos de baja calidad.
Los estándares también desempeñan un papel relevante en la toma de decisiones de los consumidores. Cuando los productos cumplen con los estándares de calidad establecidos, los consumidores pueden confiar en que la información proporcionada sobre esos productos es precisa y confiable. Esto les permite tomar decisiones informadas sobre qué productos comprar y qué no comprar, evitando posibles estafas o productos peligrosos.
- Los estándares de calidad protegen a los consumidores al asegurar la calidad, seguridad y confiabilidad de los productos.
- Promueven la competencia justa entre las empresas, evitando prácticas engañosas o productos de baja calidad.
- Ayudan a los consumidores a tomar decisiones informadas sobre qué productos comprar, evitando estafas y productos peligrosos.