Los desastres naturales son cambios violentos o repentinos en la dinámica del medio ambiente que pueden causar pérdidas materiales y de vidas. Son producto de eventos ambientales en los que no se halla presente la mano del ser humano. Algunos ejemplos de desastres naturales son los terremotos, inundaciones, tsunamis, erupciones volcánicas, incendios forestales, huracanes, entre otros.
Los desastres naturales se clasifican de acuerdo a su naturaleza en:
- Fenómenos atmosféricos: sequías prolongadas, tormentas eléctricas, ventiscas, huracanes, etc.
- Deslizamientos de masas: aludes, avalanchas, corrimientos de masas terrestres.
- Desastres biológicos: pandemias, extinciones masivas, brotes infecciosos.
- Erupciones volcánicas: brote violento del magma hirviente de la Tierra.
- Fenómenos espaciales: caída de objetos desde el espacio, vientos solares, etc.
- Incendios forestales: fuegos que devoran hectáreas de pastizales y bosques.
- Terremotos: movimientos espasmódicos de la corteza terrestre.
- Tsunamis e inundaciones: anegan todo a su paso, sumergiendo casas y arruinando cosechas.
Algunos ejemplos de desastres naturales históricos incluyen la Gran Sequía en Estados Unidos durante la década de los 1930, la Tragedia de Vargas en Venezuela en 1999, considerada el alud de barro más mortal de la historia, la gripe española de 1918, una pandemia que mató alrededor de 40 millones de personas, el tsunami de Japón de 2011, consecuencia de un terremoto catastrófico, la erupción del monte Vesubio en el año 79 d.C., que sepultó la ciudad romana de Pompeya, el terremoto de Chiapas en 2017, con epicentro en la ciudad mexicana, dejó 98 muertos y 2.500.000 afectados, y el Huracán María en 2017, que causó la muerte de alrededor de 500 personas y fue especialmente devastador en Puerto Rico.
Tipos de Desastres Naturales
Los desastres naturales son eventos repentinos y destructivos que ocurren debido a fuerzas de la naturaleza. Existen varios tipos de desastres naturales, cada uno con características únicas que pueden causar daños significativos en la vida humana y en el entorno. Entre los principales tipos de desastres naturales se encuentran:
- Terremotos: Son sacudidas violentas de la superficie terrestre causadas por la liberación de energía acumulada en la corteza terrestre. Pueden provocar el colapso de edificios y estructuras, daños en infraestructuras y pérdidas humanas.
- Inundaciones: Son el resultado del exceso de agua en un área determinada, ya sea por lluvias intensas, desbordamiento de ríos o tsunamis. Las inundaciones pueden causar daños graves en viviendas, cultivos y servicios básicos, así como pérdida de vidas humanas.
- Tsunamis: Son olas o marejadas gigantes generadas por terremotos submarinos o erupciones volcánicas que golpean la costa con gran fuerza. Estos eventos pueden causar destrucción masiva en zonas costeras y pérdidas significativas de vidas humanas.
- Deslizamientos de tierra: Ocurren cuando una masa de tierra cede y se desplaza por pendientes pronunciadas debido a factores como lluvias intensas, terremotos o actividades humanas. Pueden destruir viviendas, carreteras y áreas agrícolas, además de representar un peligro para la vida humana.
- Huracanes: Son poderosas tormentas tropicales que se forman en los océanos, con vientos extremadamente fuertes y lluvias torrenciales. Pueden causar daños estructurales, inundaciones y cortes de energía eléctrica, además de tener el potencial de provocar pérdidas humanas significativas.
- Ciclones: Son fenómenos atmosféricos caracterizados por vientos fuertes que giran en sentido contrario a las agujas del reloj en el hemisferio norte y en sentido horario en el hemisferio sur. Estos eventos pueden causar daños materiales considerables, inundaciones e interrupciones en los servicios básicos.
- Avalanchas: Son deslizamientos de nieve, hielo o rocas por laderas de montañas empinadas. Estas masas en movimiento pueden causar devastación en zonas habitadas, así como poner en riesgo la vida de las personas que se encuentran en su camino.
- Erupciones volcánicas: Son liberaciones violentas de material volcánico, como lava y cenizas, desde el interior de un volcán. Estos eventos pueden cubrir grandes áreas con depósitos de cenizas, generar flujos de lava y causar daños en infraestructuras y viviendas cercanas.
- Incendios forestales: Son fuegos que se propagan rápidamente en áreas boscosas, generalmente causados por actividades humanas negligentes o condiciones climáticas extremas. Estos incendios pueden destruir extensas áreas de vegetación, afectar la calidad del aire y representar un peligro para la vida de las personas y la fauna.
- Tormentas de granizo: Son tormentas eléctricas que producen granizo, que consiste en piedras de hielo de diferentes tamaños. Estas tormentas pueden dañar cosechas, vehículos y estructuras, así como representar un riesgo para las personas que se encuentran al aire libre durante su ocurrencia.
Desastres naturales más comunes en México
Los desastres naturales más comunes en México son los terremotos, las inundaciones, los deslaves, las heladas, las sequías e incendios, y los huracanes. Estos eventos pueden ocurrir con frecuencia en diferentes partes del país, causando daños materiales y poniendo en riesgo la vida de las personas.
- Terremotos: México es uno de los países más propensos a sufrir terremotos debido a su ubicación geográfica. Algunos de los terremotos más fuertes en la historia reciente ocurrieron en 1957, 1985 y 2017. Estos eventos sísmicos pueden causar grandes destrucciones en infraestructuras y pérdidas humanas.
- Inundaciones: Las tormentas y lluvias intensas en México generan inundaciones frecuentes tanto en comunidades pequeñas como en áreas urbanas. Recientemente, algunos estados afectados por inundaciones incluyen Michoacán, Estado de México, Tabasco, Jalisco y Chihuahua. Estas inundaciones pueden arrasar viviendas y provocar el desplazamiento de las personas.
- Deslaves: Los deslaves son un efecto colateral de las tormentas e inundaciones. Durante lluvias torrenciales, el riesgo de deslaves se incrementa, y se han advertido peligros en los estados de Veracruz, Oaxaca y Chiapas. Estos deslizamientos de tierra pueden bloquear carreteras, destruir viviendas y causar pérdidas humanas.
- Heladas: Las heladas afectan principalmente a las localidades de bajos recursos y a los campos de cultivo. Aunque no causen daños tan estrepitosos como otros desastres naturales, los perjuicios económicos son considerables. La falta de protección contra las heladas puede dañar los cultivos y afectar la producción de alimentos.
Efectos de los desastres naturales en los niños y niñas
Los desastres naturales tienen efectos adversos en los niños y niñas. Debido a que sus cuerpos y mentes están en desarrollo, son más vulnerables a sufrir consecuencias negativas.
- Limitaciones en el acceso a agua potable y alimentos: Después de un desastre, los niños pueden enfrentar dificultades para obtener agua segura y alimentos nutritivos. Esto los expone a enfermedades contagiosas y malnutrición.
- Angustia, depresión y síndrome de estrés postraumático: Los niños pueden experimentar emociones intensas después de un desastre, como angustia, depresión y síndrome de estrés postraumático. Su capacidad psicológica limitada para comprender lo ocurrido puede dificultar su proceso de recuperación.
- Problemas conductuales: La experiencia de un desastre puede llevar a los niños a desarrollar problemas conductuales, como comportamiento agresivo o retraimiento social. Estos cambios en su comportamiento son una respuesta natural al estrés y la confusión causados por el evento.
- Dificultades en el acceso a cuidados de salud, educación y socialización: La destrucción de la infraestructura durante un desastre puede limitar el acceso de los niños a servicios esenciales como cuidados de salud, educación y oportunidades de socialización. Esto puede afectar su desarrollo integral y bienestar.
- Riesgo de abandono, abuso, explotación y tráfico: Los niños dependen de la protección de los adultos en sus familias, comunidad y gobierno. El desplazamiento causado por un desastre puede dejarlos expuestos a un mayor riesgo de abandono, abuso, explotación y tráfico.
- Desórdenes prolongados y estrés con secuelas duraderas: Aunque la mayoría de los niños y niñas se recuperan sin problemas a largo plazo, aquellos en situaciones más marginales pueden experimentar desórdenes más prolongados y sufrir estrés con secuelas duraderas como resultado de la experiencia traumática de un desastre.
- Desigualdades reveladas por los desastres: La vulnerabilidad ante los desastres no está distribuida equitativamente. Los niños cuyas familias tienen más recursos tienden a satisfacer sus necesidades básicas y recuperarse más rápidamente que aquellos en situación más precaria. Es fundamental abordar estas desigualdades y proteger de manera equitativa los derechos de todos los niños y niñas.
Para proteger de manera equitativa los derechos de todos los niños y niñas, es necesario comprometerse con la reducción del riesgo de desastres y abordar las desigualdades reveladas por estos eventos.
Cómo prevenir los desastres naturales
La prevención de desastres naturales se enfoca en disminuir su impacto negativo en términos de pérdida de vidas humanas y daños económicos. Para lograr esto, es necesario crear conciencia sobre la necesidad de un sistema de predicción y previsión de catástrofes naturales. Se deben desarrollar estrategias a corto, mediano y largo plazo.
En cuanto a fenómenos específicos, El Niño es un fenómeno climático relacionado con el calentamiento del Pacífico oriental ecuatorial. Provoca intensas lluvias y afecta principalmente a la región costera del Pacífico de América del Sur.
La Niña, por otro lado, es un fenómeno atmosférico y oceánico natural que presenta temperaturas de la superficie del mar más frías que el promedio en el Océano Pacífico. También forma parte del ciclo natural-global del clima conocido como El Niño-Oscilación del Sur.
En cuanto a la prevención a largo plazo, se mencionan medidas como la reglamentación del uso del suelo, la protección de áreas ocupadas en zonas de alto riesgo mediante medidas estructurales y no estructurales, y el apoyo a las decisiones tomadas por los entes encargados.
Además, se destaca que la prevención de catástrofes naturales y la disminución de la pobreza están relacionadas. La falta de infraestructuras, sistemas o instrumentos para enfrentarse a una catástrofe aumenta la probabilidad de que una crisis se convierta en una calamidad, y la pobreza y las catástrofes se refuerzan mutuamente.
En cuanto a las medidas ante un desastre natural, se mencionan cinco etapas:
- ubicar la salida o un lugar seguro
- mantener la calma
- seguir las indicaciones de la persona correspondiente
- no empujarse al hacer la fila de salida
- en caso de inundaciones, buscar lugares altos y no propensos a derrumbes
Medidas de seguridad durante un desastre natural:
- Conocer el fenómeno y cómo protegerse de él: Es fundamental informarse sobre los desastres naturales que pueden ocurrir en nuestra área y estar preparados para actuar en consecuencia.
- Verificar la seguridad de nuestras viviendas y lugares de trabajo: Es esencial asegurarse de que la construcción cumple con las normas de diseño y sismo resistente establecidas para la zona.
- Organizarse y delegar responsabilidades: Durante una evacuación, es clave establecer un plan de acción y asignar tareas a cada miembro de la familia o del lugar de trabajo.
- Identificar áreas de seguridad: Conocer las zonas de seguridad dentro y fuera de nuestras viviendas o lugares de trabajo es vital para resguardarnos adecuadamente durante un desastre natural.
- Asegurar puertas y ventanas: Es fundamental tener puertas y ventanas que abran fácilmente para facilitar la evacuación durante una emergencia.
- Mantener rutas de evacuación despejadas: Es importante mantener los ambientes y las rutas de evacuación libres de objetos que puedan obstaculizar nuestro desplazamiento.
- Tener elementos de emergencia a mano: Contar con un directorio telefónico de emergencia, un botiquín de primeros auxilios, una radio portátil y una linterna de mano son indispensables en caso de desastre natural.
- Saber desactivar las llaves generales: Conocer la ubicación de las llaves generales de luz, agua y gas, y saber cómo desactivarlas, puede prevenir accidentes o daños mayores.
- Realizar simulacros de evacuación: Practicar regularmente simulacros de evacuación nos ayudará a estar preparados y a reaccionar de manera efectiva durante un desastre natural.
Estas medidas de seguridad son esenciales para garantizar nuestra protección durante un desastre natural. Sin embargo, es vital recordar que cada tipo de desastre requiere medidas específicas. A continuación, se detallan algunas precauciones adicionales para diferentes eventos:
Medidas de seguridad durante un sismo:
Mantener la calma y ubicarse en zonas de seguridad.- Evacuar con serenidad y desactivar las llaves de luz, agua y gas.- Permanecer en lugares altos durante el sismo.- Utilizar linternas a pilas en caso de sismos nocturnos.
Medidas de seguridad durante un tsunami:
Conocer las zonas de seguridad y las rutas de evacuación establecidas.- Evacuar hacia las zonas de seguridad después de un sismo de gran magnitud.- Tener un equipo de emergencia preparado.- Escuchar los boletines oficiales y regresar solo cuando lo confirmen las autoridades.
Medidas de seguridad durante una erupción volcánica:
Conocer el fenómeno y el ciclo eruptivo del volcán en la zona.- Construir viviendas alejadas de las zonas volcánicas.
Qué hacer después de un desastre natural
Después de un desastre natural, es significativo seguir los siguientes pasos para asegurar una recuperación segura y efectiva. En primer lugar, es fundamental ponerse en contacto con el administrador local de emergencias para informar sobre los daños sufridos y solicitar ayuda inmediata. Ellos podrán brindarle orientación sobre los recursos disponibles y las medidas a tomar para proteger su salud y seguridad.
Una vez que haya informado sobre los daños, es fundamental comunicarse con su agente de seguros, en caso de tener uno, para presentar una reclamación. Antes de limpiar, es crucial documentar todos los daños tomando fotografías y haciendo una lista detallada. Además, guarde los recibos de las reparaciones y trabajos de limpieza posteriores a los daños. Esto facilitará el proceso de reclamación y asegurará que reciba la compensación adecuada.
La salud y el bienestar de usted y su familia son prioritarios después de un desastre natural. Vigile cualquier problema de seguridad y busque atención médica para las personas lesionadas. Antes de regresar a su hogar, es fundamental esperar a que las autoridades locales indiquen que es seguro hacerlo. Esté atento a los posibles riesgos adicionales que el desastre podría haber creado, como calles inundadas, edificios contaminados, agua y aire contaminados, fugas de gas, vidrios rotos, cables eléctricos dañados y suelos resbaladizos.
- Si encuentra animales, especialmente serpientes venenosas, utilice un palo para hurgar entre los escombros y tenga cuidado.
- No entre en una casa dañada si huele a gas, hay agua estancada alrededor del edificio o las autoridades no han declarado que sea seguro entrar.
- Informe a las autoridades locales sobre problemas de salud y seguridad, como derrames de productos químicos, cables eléctricos caídos, calles anegadas, material aislante humeante y animales muertos.
Además, se recomienda llevar consigo un radio de pilas para recibir información de emergencia de las autoridades locales. Estar informado y seguir las instrucciones de las autoridades ayudará a garantizar su seguridad durante la recuperación y reconstrucción después de un desastre natural.
Recursos para las víctimas de desastres naturales en México
En México, existen varias instituciones y organizaciones que brindan apoyo y asistencia a las víctimas de desastres naturales. Estas entidades se dedican a la prevención, mitigación y respuesta ante eventos extremos, con el objetivo de proteger a la población y minimizar los riesgos. A continuación, mencionaremos algunos de los recursos disponibles para las víctimas de desastres naturales en México.
CENAPRED (Centro Nacional de Desastres): Esta institución tiene como objetivo promover la aplicación de tecnologías para la prevención y mitigación de desastres. Además, imparte capacitación profesional y técnica para preparar a la población y difunde medidas de autoprotección. También desarrolla metodologías para evaluar peligros y genera información geoespacial sobre diferentes temas. Puedes encontrar más información en su sitio web: http://www.cenapred.gob.mx/.
- IMTA (Instituto Mexicano del Transporte), PEMEX y SEMAR: Estas instituciones actualizan diariamente sus pronósticos numéricos de oleaje para los mares mexicanos. El IMTA cuenta con una red de boyas que miden la altura, dirección y período de las olas, y transmiten esta información a través de señal de radio al puerto más cercano. Para obtener más información sobre el IMTA, puedes visitar su sitio web: http://www.imt.mx/.
- SEMAR y CICESE: Participan en la Red Mexicana del Nivel del Mar, que utiliza mareógrafos instalados en puertos o costas para medir las variaciones del nivel del mar. Esta información es crucial para prevenir inundaciones y tomar medidas de seguridad. Puedes obtener más información en el sitio web del CICESE: http://oceanografia.cicese.mx/.
- SINAPROC (Sistema Nacional de Protección Civil): Esta organización ha desarrollado diversos Sistemas de Alerta ante eventos extremos. Los Sistemas de Alerta Temprana son herramientas para coordinar el alertamiento a la población y a las instituciones operativas y de servicio ante la amenaza de un evento extremo. El SINAPROC cuenta con el sistema de alerta ante ciclones tropicales (SIAT-CT). Puedes obtener más información en su sitio web: http://www.proteccioncivil.gob.mx/.
Estos son solo algunos ejemplos de las instituciones y organizaciones que brindan apoyo a las víctimas de desastres naturales en México. Es crucial que la población esté informada sobre la existencia de estos recursos para poder tomar medidas de prevención y saber cómo actuar ante una situación de emergencia.
Gestión de desastres naturales en México: Una visión general
La gestión de desastres naturales en México se ha visto afectada por la falta de una política pública fundamentada en el conocimiento científico y tradicional. Esto ha llevado a un incremento en la ocurrencia de desastres en el país. Aunque ha habido avances en materia de protección civil en las últimas tres décadas, es necesario revisar y evaluar críticamente el Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) y la institucionalidad existente en los tres órdenes de gobierno.
Se propone la transformación del sistema actual en un Sistema o Coordinación Nacional de Gestión Integral de Riesgo de Desastres (GIRD), que garantice su reglamentación y su implementación a través de cinco ejes normativos: eficiencia y equidad, integralidad, transversalidad, corresponsabilidad y rendición de cuentas.
La GIRD se concibe como un proceso complejo y sistemático que involucra la interacción coordinada entre diferentes actores institucionales y sociales. Su objetivo principal es la deconstrucción del riesgo, a través de la identificación y transformación de las necesidades y debilidades expresadas en las diferentes vertientes de la vulnerabilidad y exposición. Para lograr esto, es necesario reducir las vulnerabilidades como eje estratégico, mediante diagnósticos, leyes, programas y co-gestión entre gobierno y sociedad. Se busca salvaguardar la vida humana, mejorar la calidad de vida de la población y promover su desarrollo integral, todo ello en un marco de respeto a los derechos humanos y con una perspectiva de género.