>Colombia se enfrenta a una nueva realidad debido a la pandemia de Covid-19: el desempleo creció, la pobreza aumentó de manera particular y los ingresos cayeron, dijo Hugo Acero Velásquez, Secretario de Seguridad, Convivencia y Justicia de Bogotá.
El narcotráfico, debido al aislamiento de la población, se dirigió a nuevos mercados. Las zonas tradicionales de discotecas, bares, se trasladaron a los barrios, donde la gente se queda en sus casas, dijo durante su participación en el seminario virtual México-Colombia: Seguridad y Derechos a la Ciudad, organizado por el Colegio de la Frontera Norte a través del Departamento de Estudios de Administración Pública.
Y agregó que junto con las manifestaciones justas a través de marchas y protestas, la protesta social que debe ser respetada, hay actos de vandalismo muy fuertes.
“Las estructuras tuvieron un cambio importante. La delincuencia creció de manera particular. Hay una variación en la seguridad que debe ser atendida.
“No sabemos cuál va a ser el escenario de seguridad. Estamos con una gran incertidumbre hacia adelante y cómo va a evolucionar la economía, así como resolver las necesidades de la población que cada vez es más pobre y hay mucha gente desempleada.”
Dijo: “Antes sabíamos dónde iba a empezar una manifestación, qué sectores participaban y hoy, después del 28 de abril, ya no sabemos qué sectores son, dónde va a terminar la protesta y a qué hora”.
Ahora, comienzan a las 5 de la mañana y terminan hasta las 2 del día siguiente, dijo el secretario Hugo Acero, sociólogo, que estuvo en el ColeF, como parte de un intercambio para fortalecer la relación con Colombia.
“Ese 28 de abril hubo 58 puntos de protesta. Había gente protestando limpiamente, pero también hubo vandalismo”, recordó.
Admitió: “El control que teníamos era poco; ahora tenemos un mayor número de policías para atender tantos puntos de manifestantes. Y esto ya está ocurriendo en varias ciudades colombianas”.
En el transcurso de su participación en este seminario virtual, el sociólogo bogotano, también dijo:
“Estos problemas de inseguridad, de pobreza, de injusticia, deben ser atendidos oportunamente por el Estado. Y es precisamente la justa protesta social la que debe ser respetada, la que debe ser garantizada”.
“Pero también, junto a la justa protesta social hay hechos muy fuertes de vandalismo que están presentes y que deben ser atendidos”.
Considera que “todavía es muy difícil decir con claridad cuáles son los componentes de una política de seguridad y convivencia dentro de una pandemia que no termina y a la que hemos respondido”.
Insistió: “Es una modalidad nueva. Hemos respondido de manera coyuntural no sólo por la pandemia sino por las condiciones económicas y sociales que hay que atender”.
Reconoce: “Nos estábamos acostumbrando a lo que sabíamos hacer cuando tenemos que conocer nuevas formas de manifestación, nuevos problemas a tratar dentro de esta pandemia que va a durar un año o año y medio, por los posibles brotes que puedan producirse”.
El experto en seguridad urbana y ciudadana, egresado de la Universidad Nacional, que hace parte del equipo de la Alcaldía de Bogotá, Claudia López, también comentó:
“A los riesgos y desafíos tradicionales de seguridad se suman los de la violencia. Hay una variación en estos temas que debe ser atendida con programas de prevención, atención cercana a los ciudadanos, con participación de la comunidad y acciones de las instituciones de justicia a las acciones carcelarias y otras”.
Señaló que para contrarrestar la violencia intrafamiliar por encierro, el sistema de justicia tiene que ir a los barrios para atender este problema.