BOGOTÁ. Miles de personas volvieron a salir a las calles de Bogotá y otras ciudades colombianas en un nuevo paro nacional, a pesar de la represión y la violencia de las fuerzas de seguridad, en protesta por las políticas del presidente Iván Duque, a quien exigieron acciones efectivas contra la brutalidad policial y el cese de algunas de sus políticas.
La decimoquinta jornada de marchas fue una mezcla de reclamos al Gobierno en la que confluyeron artistas, trabajadores, estudiantes, sindicalistas y vendedores informales que corearon cánticos cuyo objetivo central fue Duque, quien se multiplica en esta crisis para reunirse con diferentes sectores, tras viajar dos veces a Cali, la ciudad más golpeada por esta crisis y epicentro de las protestas.
En cuanto a la brutalidad policial, el presidente, que aún no se ha pronunciado de manera contundente sobre el asunto como le han pedido las organizaciones, dijo que las autoridades han iniciado 65 acciones disciplinarias, entre ellas ocho por homicidio, 27 por abuso de autoridad, 11 por agresión física y 19 por otras conductas.
Sin embargo, la Defensoría del Pueblo también informó que ha recibido reportes de que 42 personas (41 civiles y 1 policía) han muerto en las dos semanas de paro, y que aún buscan a 168 personas.
Las marchas más concurridas fueron las de Bogotá, donde hubo diferentes puntos de encuentro aunque no todos confluyeron en la céntrica Plaza de Bolívar. De igual manera, hubo manifestaciones en Barranquilla, Cartagena y Montería, las principales ciudades del Caribe. En Bucaramanga y Cúcuta, esta última fronteriza con Venezuela, la gente también salió a expresar su descontento.
Mientras tanto, en Cali, la tercera ciudad más grande de Colombia, la movilización indígena acompañó en las marchas “a los jóvenes y a los ciudadanos que se movilizaron porque nos estaban masacrando”, según Aida Quilcué, una fuerte opositora al Gobierno de Duque.
Si bien es cierto que el Gobierno ya retiró la reforma tributaria, las protestas se ajustan a una serie de exigencias que el Comité de Huelga resume así: retiro del proyecto de ley de reforma a la salud, que contempla privatizaciones, y fortalecimiento de una vacunación masiva, renta básica de al menos un salario mínimo legal mensual y defensa de la producción nacional.
El Gobierno ha pedido insistentemente que los manifestantes despejen las carreteras del país para permitir el abastecimiento de alimentos y medicinas. Según el Gobierno, las pérdidas por los bloqueos son de unos 1.700 millones de pesos (unos 458 millones de dólares).