El Tribunal Supremo de Estados Unidos anunció el lunes que revisará una ley que restringe el aborto en el estado de Misisipi, en una decisión que muchos ven como una forma de socavar este derecho, dada la abrumadora mayoría de jueces conservadores en este tribunal.
El caso se refiere a una ley aprobada por el Congreso de Mississippi, de mayoría republicana, que prohíbe el aborto después de la decimoquinta semana de gestación.
Esta ley estatal ha sido bloqueada en tribunales inferiores que consideran que va en contra de la sentencia del Tribunal Supremo en el caso “Roe contra Wade“, que legalizó el aborto en el país en 1973.
Mississippi ya prohíbe este procedimiento después de las 20 semanas de gestación y ha aprobado otras leyes que prácticamente vetarían el aborto una vez que se detecte el latido del feto, es decir, a partir de la sexta semana.
El caso de Mississippi marcará la primera vez que el Tribunal Supremo tendrá que pronunciarse -probablemente el próximo otoño- sobre una ley estatal que restrinja el aborto desde que reforzó su mayoría conservadora el pasado noviembre.
El aborto se convirtió en un tema central en la campaña de las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos tras la muerte de la jueza progresista Ruth Bader Ginsburg.
La vacante que dejó su muerte en septiembre permitió al entonces presidente Donald Trump nominar para sustituirla a una jueza conservadora y antiabortista, Amy Coney Barrett, cuya confirmación pocos días antes de las elecciones amplió aún más la mayoría derechista del tribunal (6-3).
Los conservadores consideraron la confirmación de Barrett como una “victoria histórica” para los opositores al aborto, porque la jueza se opone a ese derecho garantizado en Estados Unidos desde 1973, aunque no quiso aclarar si votaría para socavarlo.