La avalancha migratoria de los últimos días en la ciudad de Ceuta tiene una serie de causas inmediatas y otras más profundas. El Gobierno marroquí no ha dado ninguna explicación, pero ha llamado a consultas a su embajadora en Madrid, Karima Benyaich, provocando de paso la peor crisis diplomática entre Rabat y Madrid de los últimos veinte años.
Estas son las claves de la crisis:
1. HOSPITALIZACIÓN DE BRAHIM GHALI
El Secretario General del Frente Polisario, gravemente enfermo de covid-19, fue ingresado en un hospital español en la ciudad de Logroño el pasado mes de abril, lo que fue presentado por el gobierno español como un gesto “por razones humanitarias”. El Gobierno marroquí consideró que esta hospitalización aparentemente bajo una identidad falsa, más el hecho de no haber sido informado en primer lugar, era un acto inamistoso “premeditado” que no debía ser minimizado, y advirtió que “sacaría todas las consecuencias”. La presencia de Ghali ya ha provocado la citación del embajador español en Rabat y la emisión de dos comunicados en términos inusualmente duros.
2. DECLARACIÓN DE TRUMP SOBRE EL SAHARA
Cuando el presidente estadounidense declaró el pasado mes de diciembre, a pocos días de dejar su cargo, que su país reconocía la soberanía marroquí en el Sáhara Occidental en un pacto tripartito que incluía el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel, el gobierno marroquí comenzó a exigir a sus socios europeos que se alinearan con la nueva actitud estadounidense. Los países europeos “deben salir de su zona de confort” de refugiarse en la neutralidad de las resoluciones de la ONU, dijo en diciembre el ministro de Asuntos Exteriores, Naser Burita. Sin embargo, ni España ni los demás países europeos han seguido los pasos de Estados Unidos.
3. RELAJACIÓN DE LA VIGILANCIA POLICIAL EN LAS FRONTERAS DEL NORTE
La llegada de 8.000 inmigrantes a Ceuta en sólo dos días, un fenómeno nunca antes vivido en la ciudad española, se debió en primer lugar a la relajación de la vigilancia policial en todo el norte de Marruecos. Rabat siempre dice que su dispositivo antiinmigración pasa por dedicar 13.000 agentes a las costas o fronteras españolas; pero Efe pudo comprobar que los agentes desplegados entre Tánger y Ceuta y en la propia frontera ceutí se limitaron a permanecer en sus puestos, sin intentar frenar el incesante goteo de personas de toda edad y condición que entre el domingo y el martes entraron en la ciudad de forma incontrolada.
4. UN AÑO INTENSO EN FLUJOS MIGRATORIOS
El pasado 2020 se registró la entrada irregular de más de 32.000 inmigrantes sólo en Canarias, a los que se sumarán casi 5.000 más en el primer cuatrimestre de 2021. Marruecos acordó en diciembre aceptar devoluciones pactadas con España de apenas 80 inmigrantes por semana, pero este ritmo se interrumpió a mediados de abril, cuando Rabat cerró su tráfico aéreo con toda Europa. Desde entonces, España no ha podido retomar un ritmo regular de devoluciones.
5. UNA CRISIS AGUDA EN LA REGIÓN VECINA DE CEUTA
Marruecos puso fin al contrabando con Ceuta desde octubre de 2019, dejando sin empleo a unas 9.000 personas que se dedicaban a esta actividad y que se quedaron de la noche a la mañana sin un medio de vida. Además, el cierre absoluto de la frontera terrestre por la pandemia del covid-19 dejó entonces sin trabajo a los trabajadores transfronterizos (unas 5.000 personas). A lo largo de 2020, esta larga crisis ha provocado el cierre de más de 600 negocios en la localidad de Castillejos, vecina de Ceuta, sumida en el paro y la pobreza. La mayoría de los migrantes que han pasado por Ceuta en los últimos días procedían de Castillejos y sus alrededores.
6. LA SITUACIÓN PROPIA DE CEUTA Y MELILLA
El cierre de la frontera terrestre ha asfixiado a las dos plazas españolas, que desde marzo de 2020 están aisladas de su continente y sólo tienen como horizonte la Península Ibérica. El Gobierno marroquí no ha dado ninguna indicación sobre cuándo piensa reabrir la frontera. Muchos observadores en Rabat creen que esa reapertura, cuando se produzca, será sobre una base diferente. La llegada masiva de 8.000 personas en sólo dos días a Ceuta ha demostrado su vulnerabilidad en una situación extrema.
7. LA VISITA DE PEDRO SÁNCHEZ
En 2007, el mero anuncio de una próxima visita de los Reyes de España a Ceuta y Melilla provocó un gran enfado en Marruecos, que llamó a consultas a su embajador en Madrid. En esta ocasión, nadie se ha pronunciado aún de forma oficial, pero la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ayer a Ceuta y Melilla podría alterar a Rabat en la misma medida.