Una nueva jornada de protestas contra el Gobierno para exigir cambios en sus políticas comenzó este miércoles en varias ciudades colombianas con plantones y concentraciones con una mezcla de actividades artísticas.
Esta jornada fue convocada por el Comité Nacional de Paro en el que confluyen sindicatos, organizaciones sociales y docentes para pedir al Gobierno colombiano un amplio pliego de peticiones para el que las partes han mantenido dos reuniones en Bogotá y la tercera está prevista para mañana.
Los primeros manifestantes comenzaron a reunirse hoy en varios puntos de Bogotá, especialmente en el Parque Nacional, y luego caminaron hasta la Plaza Bolívar, el centro del poder político del país.
Allí, entre música y cánticos contra el presidente colombiano, Iván Duque, los manifestantes realizaron muestras de música y bailes autóctonos.
Hay otros puntos de encuentro que terminan sus marchas en Los Héroes, un monumento en memoria de los soldados de la Independencia de los países bolivarianos y que el domingo unos vándalos intentaron incendiar.
En el día 22 de las protestas la gente insiste en que el Gobierno debe tomar medidas contra la violencia policial, que según organizaciones sociales como Temblores ha dejado 43 homicidios “presumiblemente por la Policía”.
Al igual que el 28 de abril, cuando comenzaron las marchas masivas en el país para mostrar su descontento, los manifestantes insisten en que no debe haber reforma a la salud porque la que estudia el Congreso implica privatizaciones, exigen más oportunidades de trabajo y educación para los jóvenes.
En Cali, capital del departamento agroindustrial del Valle del Cauca, y la ciudad que más ha sufrido la violencia vandálica, las protestas de hoy comenzaron sin contratiempos.
El alcalde Jorge Iván Ospina confirmó que los agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía no estarán presentes en las marchas y que, en su lugar, habrá gestores sociales que, en caso de conflicto, actuarán como mediadores.
Ospina pidió ayer la renuncia de todo su gabinete porque, según dijo en las redes sociales, “son momentos que exigen verdaderas transformaciones, ampliación de capacidades y recuperación de la confianza” y consideró que “el mayor reto” es dar “una solución nacional a las demandas con garantías”.
En Medellín, capital del departamento de Antioquia, las marchas también comenzaron de forma pacífica. A esa ciudad llegó el martes la minga indígena, cuyos representantes se reunieron con el alcalde Daniel Quintero para presentarle sus demandas.
“La minga es un acto de paz y de vida, que motiva el diálogo, no el vandalismo y la violencia. Nuestro llamado es un llamado a la paz, y esa será nuestra bandera en Medellín“, escribió en redes sociales la Organización Indígena de Antioquia (OIA).
En Cartagena y Barranquilla, las dos principales ciudades del Caribe, las marchas se iniciaron sin disturbios, aunque hubo atascos en algunas avenidas.