Un berrinche es un comportamiento explosivo y descontrolado que suelen tener los niños pequeños cuando se sienten frustrados, enojados o incapaces de expresar sus emociones de manera adecuada. Durante un berrinche, el niño puede llorar, gritar, patalear, golpear objetos o incluso tirarse al suelo. Se trata de una reacción emocional intensa ante una situación que el niño percibe como amenazante o frustrante, y que aún no sabe manejar adecuadamente.
Causas de un berrinche
Existen diversas causas que pueden desencadenar un berrinche en un niño, desde el cansancio, el hambre o la falta de sueño hasta la frustración por no poder expresar sus deseos o necesidades de forma adecuada. También puede ser una forma de llamar la atención o de expresar su descontento ante los límites que se le imponen.
Consecuencias de un berrinche
Los berrinches pueden ser agotadores y desgastantes tanto para el niño como para los padres o cuidadores. Pueden generar sentimientos de frustración, enojo o culpa en los adultos, además de interrumpir la dinámica familiar y social. También pueden afectar la autoestima del niño, ya que puede sentirse incomprendido o rechazado por sus reacciones emocionales intensas.
Si tu hijo está teniendo un berrinche, es crucial mantener la calma y recordar que es una etapa normal del desarrollo infantil. Algunas estrategias útiles incluyen:
- Mantener la seguridad del niño: Si el niño está en un lugar seguro, puedes alejarte por un momento para que ambos se calmen. Asegúrale que regresarás pronto para verificar cómo se encuentra.
- Evitar reacciones negativas: No mandes al niño a otro lugar, no le digas que no lo quieres, no lo avergüences ni lo hagas sentir culpable. Tampoco es recomendable castigarlo o pegarle, ya que esto solo aumentará su frustración y enojo a largo plazo.
- Acercarse al niño: Una vez que el berrinche haya terminado y el niño esté más tranquilo, acércate a él y busca su mirada o su sonrisa. Permítele relajarse y luego habla sobre lo sucedido, reconociendo sus sentimientos y orientándolo a probar otras formas de expresarse o pedir algo.
- Ofrecer actividades placenteras: Observa cuáles son las actividades que ayudan al niño a calmarse después de una situación estresante y ofrécele alguna. Por ejemplo, puedes proponerle cantar una canción que le guste o leerle un cuento.
Al responder de esta manera, le estarás mostrando al niño que lo aceptas, lo comprendes y lo apoyas en situaciones difíciles. Con el tiempo, podrá desarrollar habilidades para manejar sus emociones y recuperarse de una crisis emocional.
¿Por qué los niños hacen berrinches?
Los niños hacen berrinches por diversas razones y es clave entenderlas para poder manejarlos adecuadamente. Una de las principales razones es que están aprendiendo a expresar sus emociones de manera diferente a medida que crecen y maduran. A medida que se vuelven más autónomos y comprenden mejor su entorno físico y social, pueden enfrentar las situaciones adversas de nuevas maneras. Por ejemplo, cuando un niño pequeño quiere un juguete y no se lo dan, puede hacer un berrinche como forma de expresar su frustración y enojo.
Otra razón por la cual los niños hacen berrinches es que aún no tienen las habilidades necesarias para comunicarse de manera efectiva. A veces, no saben cómo expresar sus necesidades o problemas de una manera adecuada, por lo que recurren a los berrinches como una forma de llamar la atención o de conseguir lo que quieren. Por ejemplo, un niño puede hacer un berrinche en el supermercado porque quiere dulces y no ha aprendido a pedirlos con palabras o a aceptar que no se los pueden comprar en ese momento.
Es importante tener en cuenta que los berrinches son parte del proceso de desarrollo de los niños y que con el tiempo desaparecerán gradualmente. Para los 7 años, estos comportamientos serán solo ocasionales. Sin embargo, si los berrinches persisten más allá de esta edad, es recomendable buscar la ayuda de un especialista para evaluar si hay algún problema subyacente que esté causando este comportamiento.
Durante esta etapa de berrinches, el amor, la paciencia y la relación que tengas con tu hijo serán fundamentales para hacer más fácil esta etapa. Trata de entender las necesidades y emociones del niño, habla con él de forma calmada y explícale cómo puede expresarse de manera adecuada. También es vital establecer límites claros y consistentes, de manera que el niño sepa qué comportamientos son aceptables y cuáles no lo son. Recuerda que cada niño es único y puede haber diferentes enfoques para manejar los berrinches, lo más crucial es que te mantengas tranquilo, respetuoso y cariñoso a lo largo del proceso.
¿Cómo manejar un berrinche en público?
Cuando un niño hace un berrinche en público, es significativo mantener la calma y tener claras las expectativas de conducta. Lo primero que debes hacer es comunicarle de manera efectiva lo que se espera de él, como estar sentado durante la hora de comida, mantener las manos quietas y usar palabras positivas. Estas instrucciones deben ser concretas y observables para que el niño pueda entenderlas. Además, es crucial reforzar estas conductas con elogios y recompensas.
Tanto los padres como el niño deben desarrollar herramientas para autorregularse y calmarse. Una técnica útil es la respiración calmada, ya que siempre está disponible y ayuda a relajarse. Cuando un niño está angustiado, no es recomendable tratar de razonar con él. En su lugar, es mejor animarlo a practicar la negociación cuando ambos estén calmados. Si el niño tiene dificultades en el pensamiento y la comunicación, puede ser necesario enseñarle técnicas de resolución de problemas paso a paso.
Es fundamental mostrarle al niño una conducta calmada y negociadora que deseamos que aprenda. Los padres también deben tomarse un tiempo para ellos mismos cuando están enojados, ya que no pueden resolver eficazmente los problemas en ese estado. Al terminar el berrinche, es clave evitar mandar al niño a otro espacio, decirle que no se le quiere, avergonzarlo o hacerlo sentir culpable. En su lugar, es mejor acercarse a él, obtener su mirada o sonrisa y permitirle relajarse. Después, se puede hablar de lo sucedido reconociendo sus sentimientos y orientándolo a probar otras formas de expresarse.
Es recomendable observar cuáles son las actividades placenteras que ayudan al niño a tranquilizarse después de una situación estresante y ofrecerle alguna de ellas. Existen diferentes enfoques para manejar los berrinches, pero todos coinciden en no ceder a los deseos del niño durante el berrinche, ya que esto refuerza positivamente la conducta. En su lugar, se debe retirar la atención del comportamiento no deseado y reforzar positivamente las conductas adecuadas. Recuerda que conforme los niños crecen y maduran, aprenderán a expresar sus emociones de manera diferente y se volverán más autónomos. Con el tiempo, los berrinches serán menos frecuentes. Si persisten más allá de los 7 años, es recomendable buscar la ayuda de un especialista. El amor, la paciencia y la relación con tu hijo son fundamentales para facilitar esta etapa.
¿Cómo prevenir los berrinches en los niños?
A continuación te proporcionaremos información valiosa y consejos útiles sobre cómo prevenir los berrinches en los niños. Para evitar este tipo de comportamiento, es vital seguir las siguientes pautas:
- Proporcionar actividades alternativas: Para evitar que los niños se aburran o se sientan frustrados, es recomendable ofrecerles opciones de actividades que puedan realizar cuando se encuentren en situaciones en las que no pueden jugar o no tienen nada que hacer. Algunas actividades pueden incluir cantar una canción, dibujar o dar un paseo.
- Evitar situaciones frustrantes: Trata de no exponer a los niños a situaciones en las que se sientan frustrados, como juegos o tareas que sean demasiado complicados para su edad. Esto les ayudará a mantenerse tranquilos y a evitar posibles berrinches.
- Conciliar y negociar: Es significativo permitir que los niños tomen decisiones en situaciones sencillas y razonables, siempre y cuando no causen problemas. En lugar de decirles “no”, puedes ofrecerles alternativas y permitirles sentir que tienen cierto control sobre su entorno.
- Reconocer los ritmos y gustos del niño: Cada niño tiene sus propios ritmos y gustos. Es relevante tomar en cuenta estas características para ofrecerles opciones que se adapten a ellos, lo que les hará sentir que tienen cierto control sobre su vida.
Recuerda que a medida que los niños crecen y maduran, aprenderán a expresar sus emociones de manera diferente y se volverán más autónomos. Los berrinches serán menos frecuentes con el tiempo. Sin embargo, si los berrinches persisten más allá de los 7 años, es recomendable buscar la ayuda de un especialista para obtener un diagnóstico y una guía específica.
Al enfrentarte a un berrinche, es esencial mantener la calma y evitar acciones como mandar al niño a otro espacio, decirle que no se le quiere, avergonzarlo o hacerlo sentir culpable. En su lugar, acércate al niño, capta su atención y permítele relajarse. Después de que se haya tranquilizado, puedes hablar sobre lo sucedido, reconociendo sus sentimientos y orientándolo hacia otras formas de expresarse.
¿Cuándo es necesario buscar ayuda profesional?
Es normal que los niños tengan berrinches en su proceso de crecimiento, ya que están aprendiendo a manejar sus emociones y expresarse. Sin embargo, cuando estos berrinches persisten más allá de la edad en que son típicos, puede ser una señal de que el niño está experimentando angustia que no puede controlar. Si tu hijo tiene berrinches constantes y desproporcionados a su edad, puede ser un indicio de que necesitan ayuda profesional para lidiar con sus emociones.
Algunos de los factores que pueden desencadenar los berrinches en los niños son cuando se les pide hacer algo que no les gusta o cuando se les quita algo que encuentran entretenido. Sin embargo, para aquellos niños que tienen TDAH, situaciones que requieren controlar su actividad física, como viajes largos en auto o visitas a familiares mayores, pueden ser particularmente desafiantes y desencadenar berrinches con más frecuencia. En estos casos, puede ser necesario buscar la ayuda de un especialista para evaluar si el niño necesita ayuda profesional para manejar sus berrinches.
Otro factor a considerar es el impacto que los berrinches tienen en la vida diaria del niño y de su familia. Si los berrinches afectan las relaciones y la funcionalidad de la vida cotidiana, es significativo buscar ayuda profesional. Además, si el niño se lastima a sí mismo o a los demás durante los berrinches, es necesario tomar medidas y buscar ayuda de un especialista. En general, cuando los berrinches son persistentes y afectan negativamente la vida del niño y su bienestar emocional, es crucial buscar ayuda profesional.
Consejos de crianza para manejar los berrinches
Aquí tienes algunos consejos prácticos de crianza que pueden ayudarte a manejar los berrinches infantiles de manera efectiva:
- Mantente calmado y establece reglas claras: Es fundamental comunicarte de manera efectiva con tu hijo y establecer reglas claras y observables. En lugar de decir “tienes que comportarte hoy”, puedes decir “tienes que estar sentado durante la hora de comida, con las manos quietas y diciendo únicamente palabras positivas”. Estas reglas concretas permiten que tu hijo sepa lo que se espera de él y pueden reforzarse con elogios y recompensas.
- Ayuda a tu hijo a autorregularse: Enséñale técnicas de relajación, como la respiración calmada, para que pueda aprender a calmarse en momentos de frustración. La respiración es una técnica accesible y efectiva que siempre está disponible.
- Proporciona actividades alternativas: Evita permanecer mucho tiempo en lugares donde tu hijo no pueda jugar o requiera estar sentado sin hacer nada. Puedes proponer actividades como cantar una canción, dibujar o dar un paseo mientras esperan.
- Evita situaciones frustrantes: No coloques a tu hijo en juegos demasiado complicados para su edad, ya que esto puede generar frustración y desencadenar un berrinche.
Recuerda que a medida que tu hijo crece, aprenderá a expresar sus emociones de manera diferente y se volverá más autónomo. Los berrinches serán menos frecuentes con el tiempo. Si persisten más allá de los 7 años, es recomendable buscar la ayuda de un especialista.
Errores comunes al tratar los berrinches en los niños y cómo evitarlos
Los berrinches infantiles son situaciones comunes en el crecimiento de los niños, pero es clave manejarlos de manera adecuada para evitar cometer errores que puedan empeorar la situación. Algunos errores comunes al tratar los berrinches en los niños incluyen exponerlos a situaciones frustrantes, como exigirles más de lo que pueden manejar o ponerlos en ambientes abrumadores para su edad. Además, realizar juegos demasiado complicados para ellos puede generar más frustración y desencadenar un berrinche.
Otro error común es no conciliar ni negociar con el niño. Es esencial escuchar y comprender sus necesidades y emociones, y buscar alternativas para resolver el conflicto de una manera pacífica. No reconocer los ritmos naturales y gustos del niño también puede aumentar la frecuencia de los berrinches, ya que pueden sentirse frustrados y no comprendidos.
El perder el control y reaccionar de manera enojada frente a un berrinche es otro error que los padres deben evitar. En lugar de reaccionar de forma negativa, es vital mantener la calma y mostrarle al niño que se le comprende. No enfocar su atención en otra actividad o no permitirle expresarse durante el berrinche también son errores comunes. El distraer al niño o permitirle hablar sobre lo que está sintiendo puede ayudar a calmar la situación.
Para evitar estos errores, es significativo tener paciencia, ofrecer actividades alternativas que ayuden al niño a distraerse y hablar sobre lo sucedido una vez que el berrinche haya pasado. También es fundamental mostrarle amor y apoyo al niño durante estos momentos de frustración. Recuerda que los niños aprenden a expresar sus emociones de manera diferente a medida que crecen y maduran, por lo que los berrinches serán menos frecuentes con el tiempo. Sin embargo, si los berrinches persisten más allá de los 7 años, es recomendable buscar la ayuda de un especialista para obtener orientación adicional.
Cómo se manejan los berrinches en la escuela
En el ámbito escolar, los berrinches se manejan utilizando enfoques y programas que buscan abordar de manera efectiva esta conducta problemática. Algunas estrategias comunes incluyen el enfoque de Ross Greene, Collaborative & Proactive Solutions, la terapia de interacción padres-hijos (PCTI) y la capacitación en el manejo del comportamiento para padres.
Enfoques y programas
- El enfoque de Ross Greene: se basa en la premisa de resistir la tentación de ceder ante los berrinches y en su lugar, retirar la atención de los padres hacia el comportamiento no deseado. Se centra en encontrar soluciones colaborativas y busca comprender las razones detrás del comportamiento del niño.
- Soluciones Colaborativas y Proactivas: se enfoca en identificar las demandas no satisfechas que pueden estar provocando los berrinches y en encontrar soluciones que sean mutuamente aceptables para el niño y el adulto.
- La terapia de interacción padres-hijos (PCTI): se centra en mejorar la relación entre padres e hijos, promoviendo una comunicación más efectiva y brindando herramientas para lidiar con los berrinches.
- La capacitación en el manejo del comportamiento para padres: proporciona a los padres estrategias y técnicas para manejar los berrinches de manera adecuada, estableciendo límites claros y reforzando las conductas deseables.
Reforzar conductas positivas y establecer expectativas claras es esencial para abordar los berrinches en el ámbito escolar. Esto implica ignorar el berrinche y en su lugar, brindar una atención generosa a las conductas que se desean fomentar, como cuando el niño hace un esfuerzo por calmarse o cuando obedece en lugar de hacer un berrinche. Al reforzar positivamente la obediencia y las respuestas adecuadas a la frustración, se enseñan habilidades y se disminuye la conducta agresiva de desobediencia.
Además, es fundamental que los padres modelen el tipo de negociación que desean que sus hijos aprendan. También es crucial que los padres estén calmados y tengan claras las expectativas de conducta, comunicándose de manera efectiva con el niño. Se pueden establecer expectativas observables y concretas, reforzándolas con elogios y recompensas.
Es necesario que tanto los padres como los hijos construyan herramientas para autorregularse, como la respiración calmada, para poder calmarse y relajarse. A medida que los niños crecen y maduran, aprenderán a expresar sus emociones de manera diferente y se volverán más autónomos, lo que ayudará a que los berrinches desaparezcan paulatinamente. Si los berrinches persisten más allá de los 7 años, se recomienda buscar la ayuda de un especialista.
Cómo afectan los berrinches a los padres
Los berrinches pueden afectar a los padres de diferentes maneras. Cuando los niños tienen berrinches, es normal que los padres se sientan estresados, frustrados o incluso culpables. Puede ser difícil lidiar con el comportamiento desafiante de los niños, especialmente cuando ocurre en lugares públicos o en momentos inoportunos. Estos incidentes pueden generar tensiones familiares y poner a prueba la paciencia de los padres.
Es esencial que los padres aprendan a manejar adecuadamente los berrinches de sus hijos. Una forma de hacerlo es mantener la calma. Los padres deben recordar que los berrinches son una expresión normal de la frustración o la incapacidad de los niños para comunicarse eficazmente. Intentar mantener la calma permite a los padres abordar la situación de manera más efectiva y enseñar a sus hijos cómo regular sus emociones.
Además de mantener la calma, los padres pueden establecer límites claros y expectativas de comportamiento. Establecer reglas y límites ayudará a los niños a comprender lo que se espera de ellos. También es clave que los padres ofrezcan alternativas de comunicación a los niños, animándolos a expresar sus emociones de manera más adecuada. Al proporcionarles herramientas para lidiar con la frustración, los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar habilidades emocionales y sociales positivas.
En casos en los que los berrinches persisten más allá de los 7 años, es recomendable buscar la ayuda de un especialista. Un profesional de la salud o un terapeuta puede brindar orientación y apoyo tanto para los padres como para los niños. Juntos, podrán trabajar en estrategias específicas para manejar los berrinches y promover un entorno familiar más armonioso.
Berrinches en niños con necesidades especiales
Los berrinches en niños con necesidades especiales pueden manifestarse de diversas formas. Estos episodios de conducta problemática suelen ser más frecuentes debido a las dificultades que enfrentan estos niños para comunicarse y regular sus emociones. Algunos niños con necesidades especiales pueden tener dificultades para expresar sus sentimientos e identificar las causas de su frustración, lo que puede llevar a episodios de rabia y llanto descontrolado.
Es vital entender que los berrinches en niños con necesidades especiales no son una forma de manipulación, sino una forma de comunicación inadecuada. No debemos tomarlos como algo personal, sino como una señal de que algo no está bien. Para manejar los berrinches de manera efectiva, es fundamental que los padres y cuidadores se pongan en el lugar del niño y traten de comprender lo que están experimentando.
Existen estrategias que pueden ayudar a manejar los berrinches de manera sensible y efectiva. Una de ellas es establecer expectativas claras y concretas de comportamiento para el niño y comunicárselas de forma adecuada. Es fundamental utilizar palabras positivas y evitar amenazas o castigos. Además, es esencial brindarle herramientas al niño para que aprenda a regular sus emociones, como la técnica de la respiración calmada. Esta técnica consiste en enseñarle al niño a respirar profundamente y lentamente cuando se siente frustrado o enojado.