El gobierno congoleño anunció por error el sábado la erupción de un pequeño volcán cerca del Nyiragongo, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), donde todos los esfuerzos se centran ahora en gestionar la crisis humanitaria.
Tras el caos desatado por la orden de evacuación del jueves ante el riesgo de una nueva erupción del Nyiragongo, el sábado parecía reinar la calma en Goma.
“Falsa alerta sobre el Nyamuragira. Un avión acaba de sobrevolar la zona del volcán. No se registró ninguna erupción“, dijo el Ministerio de Comunicación, tras haber informado poco antes de una erupción de “baja intensidad” en un cráter secundario del mismo volcán, cerca del Nyiragongo.
“Se trata más bien de actividades intensas de carbonización de la madera, cuyo humo se percibió como una actividad del volcán”, explicó el ministerio.
La región de Goma es una zona de intensa actividad volcánica, con seis volcanes, entre ellos el Nyiragongo (3.470 m) y el Nyamuragira (3.058 m).
El Nyiragongo entró en erupción el 22 de mayo y ha causado hasta ahora la muerte de 34 personas y el desplazamiento de decenas de miles de habitantes de Goma.
Desde el viernes, los temblores empezaron a reducirse en la ciudad, tanto en frecuencia como en intensidad, lo que se siguió notando en la madrugada del sábado.
Según un informe del sábado del Observatorio de Vulcanología de Goma (OVG), se produjeron 61 temblores de tierra en las últimas 24 horas, terremotos “consistentes con el movimiento del magma en los sistemas de fisuras del Nyiragongo hacia el lago Kivu”.
Goma, en gran parte abandonada por sus habitantes, comenzó especialmente tranquila este fin de semana.
Las principales arterias del centro de la ciudad estaban poco concurridas, con unos pocos vehículos, como minibuses, coches y mototaxis.
Los niños se reunían en grupos por todas partes. La mayoría de las tiendas permanecían cerradas, salvo las más modestas.
Por primera vez después de la repentina erupción del 22 de mayo, el tiempo parece muy bueno, y sólo la cumbre del Nyiragongo, que sobresale en el horizonte al norte de la ciudad, permanece envuelta en la bruma.
Unas 400.000 personas huyeron el jueves de la capital de la provincia de forma caótica, tras una orden de evacuación “preventiva” emitida por las autoridades. Se dirigieron a la cercana provincia de Kivu del Sur, a la región de Masisi o a Ruanda.
El viernes, en un consejo de ministros, el presidente Félix Tshisekedi pidió “redoblar los esfuerzos para gestionar mejor la situación humanitaria”.
Una amplia delegación ministerial había acudido al lugar días antes, pero el gobierno ha sido muy criticado por la falta de soluciones y la caótica evacuación del jueves.
“El Estado decidió evacuar a la población de #Goma y #Nyiragongo sin proporcionar NINGUNA ayuda”, criticó en Twitter el colectivo activista Lucha.
El Gobierno se enfrenta ahora a una gran crisis humanitaria, una más en una región ya debilitada desde hace tres décadas por la violencia de los grupos armados.
La cuestión del acceso al agua potable, con el consiguiente riesgo de epidemias, es uno de los problemas más urgentes, según la ONU, la Cruz Roja y las ONG que operan en la región.