El líder de la oposición Yair Lapid, encargado de formar gobierno en Israel, ha anunciado hoy que ha conseguido llegar a un pacto con las fuerzas opositoras para crear un ejecutivo que desbanque del poder al actual primer ministro, Benjamin Netanyahu.
La nueva coalición gubernamental, compuesta por partidos de casi todo el espectro ideológico -incluido un partido árabe por primera vez-, estará dirigida por el ultranacionalista religioso Naftali Benet durante los dos primeros años y será sustituido por el centrista laico Lapid durante los dos siguientes.
Poco antes de la medianoche, cuando expiraba su plazo para formar un Ejecutivo, Lapid, líder del centrista Yesh Atid, comunicó al presidente de Israel, Reuven Rivlin, que ha alcanzado un pacto de gobierno en el que participarán otros siete partidos de la oposición.
“Me comprometo ante usted, señor presidente, a que este gobierno trabajará para servir a todos los ciudadanos de Israel“, dijo Lapid, que añadió que hará todo lo que esté en su mano “para unir a todas las partes de la sociedad israelí”.
El líder centrista también informó al presidente de la Knesset (Parlamento), Yariv Levin, y le instó a convocar cuanto antes una sesión extraordinaria para llevar a cabo la toma de posesión del nuevo Ejecutivo.
Ésta podría tener lugar ya la próxima semana o prolongarse hasta doce días.
“Le felicito a usted y a los líderes de los partidos por su acuerdo para formar gobierno. Esperamos que la Knesset se reúna lo antes posible para ratificar el Gobierno“, respondió Rivlin.
Además de Yesh Atid y Yamina, el partido liderado por Benet, el próximo Ejecutivo estará compuesto por el ultraderechista Israel Nuestro Hogar, el derechista Nueva Esperanza, el centroderechista Azul y Blanco, el centroizquierdista Partido Laborista, el izquierdista y pacifista Meretz y el islamista Raam Árabe.
Estos ocho partidos concentran un total de 62 escaños de una Cámara de 120, lo que supone una mayoría suficiente para gobernar pero garantiza una coalición inestable.
A ello se suma la diversidad ideológica de los partidos, que retrasó hasta el último momento el acuerdo alcanzado hoy y que podría seguir siendo un factor problemático en los días previos a la ratificación del nuevo Gobierno.
Aunque todos los líderes de los partidos integrantes han firmado hoy el documento fundacional del nuevo Ejecutivo, los acuerdos entre ellos son de carácter político y no les vinculan jurídicamente, por lo que aún podrían dar marcha atrás o incluso votar en contra de su ratificación durante la ceremonia de investidura.
De formarse esta coalición, Benjamín Netanyahu dejaría el cargo de primer ministro después de 12 años, y pasaría a ser el líder de la oposición a través de su partido, el Likud.
Además, Israel saldría de un estancamiento político que ha durado más de dos años y ha incluido cuatro elecciones generales.