El mercado y el tráfico de drogas en la Unión Europea se ha adaptado a la pandemia y, lejos de sufrir un retroceso, la oferta es mayor que nunca y el riesgo también: “Nunca hemos tenido tanta droga y con tanta pureza en Europa“, advierten los expertos.
Esta es una de las principales conclusiones del informe anual del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), hecho público hoy en Lisboa, que advierte de que “la disponibilidad de drogas en Europa no se ha visto seriamente afectada por la actual pandemia”.
Los traficantes se han adaptado a las restricciones y al cierre de fronteras, aunque han cambiado las rutas y los métodos de tráfico, “con una mayor dependencia del contrabando a través de contenedores intermodales y cadenas de suministro comerciales” y menos correos humanos, según el documento.
También se ha producido una “digitalización” debido a la pandemia, como explicó la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, durante la presentación del informe.
“Los narcotraficantes trabajan en las redes sociales, utilizan servicios de mensajería y envían la droga a través de servicios de entrega”, dijo Johansson, quien consideró que la cooperación policial con herramientas sofisticadas es la clave para combatir el narcotráfico.
El mercado “se ha transformado y adaptado de forma tremenda y acelerada durante la pandemia”, confirma en una entrevista con Efe el director del Observatorio, Alexis Goosdeel, quien señala que también se han producido algunos cambios en los patrones de consumo.
La oferta es mayor que nunca. “Probablemente estemos ante una posible nueva sindemia: es la palabra que describe la interacción de varias epidemias al mismo tiempo. Nunca hemos tenido tantas drogas y con tanta pureza en Europa“, advierte.
MENOS VIDA NOCTURNA, MÁS CONSUMO EN CASA
“El consumo de drogas en épocas festivas se ha reducido porque no hay festivales, ni conciertos, ni fiestas, ni salidas fuera de casa”, dice, por lo que hay más consumo en el hogar.
Pero eso no ha supuesto una disminución del consumo: el consumo de cocaína y éxtasis se ha recuperado tras una caída al principio de la pandemia, y el de alcohol y cannabis incluso ha aumentado.
El consumo de drogas sintéticas también va en aumento: “El año pasado detectamos 46 nuevas sustancias psicoactivas, lo que significa casi una por semana, que es la tendencia de los últimos tres años”, dice Goosdeel.
El informe también revela un aumento del consumo de benzodiacepinas entre los consumidores de alto riesgo, internos y recreativos, lo que podría “la alta disponibilidad y el bajo coste de estas sustancias y los problemas de salud mental relacionados con la pandemia”.
Entre los retos que preocupan están el cannabis y la cocaína.
El consumo del primero se mantiene estable en niveles elevados, pero su contenido de THC está aumentando entre un 20 y un 28% según los países. En algunos casos se mezcla con cannabis sintético y aumenta el riesgo de toxicidad, advierte el especialista.
En cuanto a la cocaína, las incautaciones récord -los datos preliminares para 2020 indican que la disponibilidad no ha disminuido durante la pandemia- son una señal “preocupante”, según el informe, que también destaca el aumento de su pureza, un 57% en los últimos diez años.
“España ocupa el tercer lugar en cuanto a incautaciones de cocaína en Europa, lo que ilustra los cambios en las rutas. Europa se está convirtiendo cada vez más en una zona de tránsito para la cocaína en su camino hacia Oriente Medio o Asia“, añade Goosdeel.
En algunas ciudades, como París, se ha detectado un crecimiento aún más perjudicial del consumo de crack.
AUMENTO DE LA PRODUCCIÓN EN EUROPA
La agencia ha detectado una tendencia a trasladar la producción, o al menos su fase final, a Europa, para evitar las leyes contra el tráfico, lo que genera más riesgos medioambientales, sanitarios y de seguridad en la UE.
En 2019 se desmantelaron 370 laboratorios ilegales y la producción de metanfetamina ha crecido con la participación de algunos cárteles mexicanos.
Las drogas sintéticas se destinan tanto al mercado europeo como a la exportación, mientras que el cannabis producido en Europa se queda en el continente.
En cuanto a la producción extranjera, han crecido las rutas desde China.
“Hace dos años llamamos la atención sobre el hecho de que hay un número increíble de puertos y contenedores alrededor del Mediterráneo, el Atlántico o el norte de Europa que están controlados casi al 100% por empresas chinas con una participación decisiva del Estado chino“, recuerda Goosdeel.