Tras las elecciones del domingo pasado, el Partido Acción Nacional (PAN) ya no gobernará dos estados que le arrebató Morena -Baja California Sur y Nayarit- y sólo conservará Chihuahua y Querétaro. Y aunque su bancada será más grande en la próxima legislatura de la Cámara de Diputados, al final no logró su objetivo de evitar que los partidos lopezobradoristas volvieran a tener la mayoría absoluta de 251 legisladores.
Al hacer un balance de los resultados, el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, insiste a El Sol de México que la alianza de Acción Nacional con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) no fue un fracaso. También cree que hubo una traición del gobernador de Nayarit, le parece insólito e inexplicable lo ocurrido en Baja California Sur y prefiere no hablar mucho de su derrota en el Congreso de Tamaulipas.
Aunque panistas como el senador Gustavo Madero y el gobernador Javier Corral, ambos de Chihuahua, consideran que hay muy poco que celebrar porque la coalición electoral de los tres partidos recibió una paliza en los comicios del 6 de junio, Cortés ve de manera distinta los resultados obtenidos por la alianza Va por México.
Considera que las declaraciones de sus correligionarios son erróneas, ya que “el triunfo se vale por sí mismo”. Sin embargo, aunque insiste en que lograron estropear la hegemonía de Morena, confiesa que le hubiera gustado ganar más.
“México amaneció más plural, ese es el gran logro, por eso vemos el resultado con mucha satisfacción, ¡claro! Nos hubiera gustado ser tan contundentes como lo fuimos en Querétaro y como lo fuimos en Chihuahua, por supuesto”, dice en entrevista a este medio.
Sin embargo, enfatiza que “Morena se frotaba las manos por tener una mayoría calificada consolidada en la Cámara de Diputados y no la van a tener, porque la oposición de la coalición Va por México -liderada por el PAN, PRI y PRD-, vamos a tener del 40 al 42 por ciento (de las curules)”.
La crítica de Madero y Corral es que la alianza se había propuesto evitar que Morena y sus aliados alcanzaran la mayoría de 251 legisladores para arrebatarle el control del presupuesto federal al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, al no lograrlo, los partidos de la alianza se “autoengañan” al afirmar que le quitaron la mayoría calificada a Morena y sus aliados (de 334 diputados), cuando en realidad nunca la tuvieron.
Al justificar el resultado electoral de este domingo, Marko Cortés señala que hay que tomar en cuenta que en 2018 el PAN quedó en la lona. Comparte que después de ese descalabro, en diciembre de ese año, se realizó una encuesta que le daba al albiazul sólo el siete por ciento de la intención del voto ciudadano.
Con base en esta referencia, el dirigente panista afirma que el partido ha vuelto a crecer, y aunque Morena mantiene la mayoría en la Cámara de Diputados, el PAN tendrá alrededor de 114 legisladores, es decir, poco más de la quinta parte del Congreso. Esta cifra, abunda, es superior a sus actuales 78 diputados e incluso a los 107 que logró en la elección intermedia de 2015.
“En 2018 mandamos una encuesta para ver cómo íbamos. En ese año el PAN tenía una intención de voto de siete por ciento, ya con López Obrador como presidente. De ahí partimos y el PAN sólo pudo tener 40 diputados federales de mayoría (relativa).
Y hoy nuestro piso es de 73 diputados de mayoría, lo que significa un crecimiento de 83 por ciento. Nuestro crecimiento en la Cámara de Diputados es muy importante y sólo para ponerlo como referencia, vamos a tener más diputados que en la anterior legislatura cuando yo era coordinador. Esto significa que de todos los partidos políticos, el PAN es el que más crece”, enfatiza.
Al ser cuestionado sobre las derrotas en Baja California Sur y Nayarit, Marko Cortés aún no sabe qué pasó en el primer caso. Y en el fracaso en Nayarit, el dirigente panista tiene claro que fue una traición del actual gobernador Antonio Echevarría García, quien le dio la plaza a Morena.
“Había tres gubernaturas panistas en la contienda, porque Nayarit ya no era del PAN. Toño Echevarría ya estaba haciendo sus informes color Morena, lo perdimos hace tres años y entonces sólo había que refrendar tres gubernaturas de Acción Nacional (Baja California Sur, Querétaro y Chihuahua).
“Refrendamos Chihuahua a pesar de todo -y ustedes saben a qué me refiero cuando digo todo- y refrendamos Querétaro muy bien. En el caso de Baja California Sur, no entendemos qué pasó ahí, porque en las encuestas de salida íbamos adelante y hoy, a partir de esta entrevista, estamos en el conteo de votos y en uno de esos casos el PAN reafirma el tres de tres”, explica.
En su balance postelectoral compartido con este medio, el dirigente nacional del PAN conside