Sudáfrica, que acaba de entrar en una tercera oleada de infecciones por el virus Covid-19, anunció el domingo la retirada de dos millones de vacunas de Johnson&Johnson debido a un “problema” durante su fabricación en Estados Unidos.
El regulador sudafricano de los medicamentos, SAPHRA, “tomó la decisión de no distribuir vacunas producidas a partir de lotes con componentes medicinales inadecuados”, dijo en un comunicado.
Las autoridades estadounidenses afirmaron el viernes que “varios lotes” -equivalentes a varios millones de dosis- fabricados en Baltimore tendrán que ser desechados.
Las pruebas revelaron que componentes de la vacuna británica AstraZeneca, producida en el mismo lugar, se mezclaron por error con la fórmula de Johnson & Johnson.
La ministra sudafricana de Sanidad, Mmamoloko Kubayi-Ngubane, que reconoció un retroceso en el programa de vacunación, dijo el sábado que los lotes afectados, equivalentes a “dos millones de dosis”, están almacenados en un laboratorio de Puerto Elizabeth (sur).
Sudáfrica, con una población de 59 millones de habitantes, cuenta con la entrega de 31 millones de unidades de este inmunizante de dosis única.
El país también ha obtenido 30 millones de unidades del inyectable de Pfizer, que requiere dos dosis y debe conservarse a temperaturas muy bajas.
El gobierno ya había suspendido temporalmente la administración de la vacuna de Johnson & Johnson en abril, después de que se detectaran algunos casos de coágulos de sangre en Estados Unidos.
En febrero, las autoridades sudafricanas también renunciaron a más de 1,5 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca por las dudas sobre su eficacia contra la variante local Beta del virus.
Sudáfrica, el país africano más afectado por la pandemia, con casi 58.000 muertes por más de 1,7 millones de contagios, sólo ha vacunado a algo más del 1% de su población.