Apple Daily se convirtió en el tabloide más popular de Hong Kong en 26 años de existencia, desafiando a una entidad especialmente intolerante a las críticas, el poder comunista chino.
El jueves, la policía hizo una redada, y el periódico, que tiene una marca registrada de crítica mordaz a Pekín, se considera ahora una amenaza para la seguridad nacional y su futuro es incierto.
El “periódico para el pueblo de Hong Kong” fue fundado en 1995 por Jimmy Lai, un multimillonario que hizo su fortuna en la industria textil tras llegar como un niño desfavorecido desde la China continental al entonces territorio británico.
Lai no estuvo especialmente politizado hasta el 4 de junio de 1989, cuando el poder comunista envió tanques y soldados contra los manifestantes prodemocráticos en la plaza de Tiananmen de Pekín.
En los años siguientes se volvió cada vez más vehemente, utilizando a menudo un lenguaje florido para vilipendiar a los líderes chinos.
Su marca de moda, Giordano, pronto tuvo problemas con el régimen. Lai la revendió y, con los beneficios, fundó un imperio mediático.
La devolución del control de Hong Kong a China, en 1997, dio notoriedad al Apple Daily. Ante el temor de muchos hongkoneses a la pérdida de su libertad, el tabloide se convirtió en la voz de los defensores de la democracia y de los escépticos de Pekín.
Lai se hizo un hueco en un panorama mediático saturado siendo más descarado y estridente que sus rivales, mezclando populismo de derechas, sexo, celebridades y escándalos. También lanzó una despiadada guerra de precios.
La táctica funcionó, y en pocos años el Apple Daily alcanzó una tirada de 400.000 ejemplares diarios.
Pero, al igual que muchos otros diarios de papel, su circulación se desplomó en los últimos años hasta los 80.000 ejemplares.
Al tener problemas para rentabilizar sus contenidos en línea, Jimmy Lai ha tenido que reflotar sus finanzas en varias ocasiones.
Si algo no ha cambiado es la actitud desafiante del periódico, en contraste con otros medios locales que tienden a censurarse más y a evitar atacar directamente a los dirigentes chinos.
Cuando el movimiento prodemocrático comenzó a movilizarse en Hong Kong en 2014, Lai se convirtió en el principal enemigo público de Pekín, siendo acusado de “traidor” y “mafioso” por los medios oficiales.
Esta hostilidad no hizo más que intensificarse por el apoyo del periódico a las gigantescas y a veces violentas protestas prodemocráticas de 2019 y por la campaña de Lai a favor de las sanciones internacionales a China.
El magnate y la redacción del Apple Daily celebraron los enfrentamientos de China con el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La imposición por parte de Pekín de una amplia ley de seguridad nacional el año pasado ha cambiado la suerte del periódico.
Lai, de 73 años, fue uno de los primeros grandes activistas prodemocráticos detenidos en virtud de la ley.
Fue encarcelado por participar en manifestaciones y corre el riesgo de ser condenado a cadena perpetua por conspiración.
En una entrevista concedida a la AFP el año anterior, poco antes de la imposición de esta ley, predijo que se utilizaría para silenciar su tabloide.
“Cualquier cosa que escribamos, cualquier cosa que digamos, podría ser considerada subversión o sedición”, advirtió.
El jueves, en virtud de la misma ley, cinco dirigentes del Apple Daily fueron detenidos y algunos de sus bienes fueron congelados en la segunda operación policial en menos de un año en esa redacción.
Al final de la operación, los periodistas volvieron a su redacción saqueada. La policía se incautó de 38 ordenadores, discos duros y cuadernos.
Un periodista explicó que el humor negro había calado en la plantilla durante meses. “A menudo hacíamos bromas ácidas, como “Nos vemos en la cárcel”, dijo a la AFP.
Pero, como muchos de sus colegas, se comprometió a perseverar.