La Convención Constituyente de Chile se instalará el 4 de julio con la primera sesión de sus 155 miembros que comenzarán a redactar la nueva Carta Magna que sustituirá a la actual heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El presidente Sebastián Piñera convocó la primera sesión de la Convención que tendrá un plazo de nueve meses, prorrogables por tres más, para redactar una nueva Constitución que deberá ser ratificada por la ciudadanía a través de un plebiscito.
“Hoy estamos convocando a la primera sesión de instalación de la Convención Constituyente, que se realizará el domingo 4 de julio de 2021 a las 10H00 de la mañana en el edificio del Congreso Nacional en la ciudad de Santiago“, dijo Piñera en un anuncio desde el palacio presidencial de La Moneda.
La nueva Constitución, una de las demandas más sentidas en las protestas de la revuelta que estalló el 18 de octubre de 2019, pretende acabar con la actual que es considerada la causa de las injusticias sociales en uno de los países más prósperos de la región.
“Esta Convención Constituyente representa una gran oportunidad para lograr amplios y sólidos acuerdos, que darán origen a una Constitución que será reconocida y respetada por todos y constituirá un gran marco de unidad, estabilidad y proyección hacia el futuro, para nuestra democracia y nuestra sociedad, aseveró Piñera quien calificó esta instancia como “un hito histórico”.
Además, reemplazará al que dejó el ex dictador Augusto Pinochet, que estableció un sistema con poca participación del Estado y gran apertura al libre mercado, y que ha sido reformado varias veces desde que Chile recuperó la democracia en 1990.
El proceso constituyente nació el 15 de noviembre de 2019 tras un acuerdo ampliamente respaldado por las bancadas de los partidos políticos, como una forma de aplacar la revuelta social que estalló un mes antes, y en el que se acordó que las normas propuestas en la nueva Constitución fueran validadas mediante la aprobación de dos tercios de los constituyentes.
El anuncio de la instalación de la Convención se produce después de que el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) validara el viernes los 155 diputados elegidos en los comicios que, debido al covid-19, tuvieron que celebrarse en dos días, el 15 y el 16 de mayo, con una inesperada victoria de los candidatos independientes -con el 46% de los votos- sobre los de los partidos tradicionales.
La irrupción de los independientes abrió un nuevo mapa político. Con un amplio abanico de visiones de izquierda, destaca la llamada “Lista del Pueblo“, que nació entre los manifestantes de las protestas sociales de 2019, y logró 27 representantes.
Entre los independientes hay activistas sociales, profesionales, profesores, escritores, periodistas o abogados, que ya han expresado su inclinación por hacer cambios sustanciales al modelo chileno de crecimiento económico pero muy desigual.
Los partidos tradicionales expresaron su rechazo a una carta difundida hace unos días por 34 constituyentes, entre ellos los de la Lista Popular, en la que pedían que no se respetaran los dos tercios necesarios para aprobar las normas de la nueva Constitución.
La elección de los constituyentes tuvo una participación del 43,35% de un padrón electoral de 14,9 millones de votantes, y fue inferior a la alcanzada en el plebiscito del 25 de octubre de 2020 (51%), cuando una rotunda mayoría aprobó cambiar la Carta Magna y elegir una Convención Constituyente.
La Convención Constituyente tiene una composición “paritaria”: 77 mujeres y 78 hombres, y entre sus 155 miembros hay 17 representantes de pueblos indígenas.
Junto a los constituyentes, también se eligieron intendentes, concejales y gobernadores regionales -con segunda vuelta en 13 de las regiones- con una amplia victoria de la centroizquierda, lo que también significó un duro golpe para la derecha y el gobierno de Piñera.
2021, un año electoral muy movido para Chile, tendrá una nueva votación el 21 de noviembre, cuando los chilenos acudan a las urnas para elegir un nuevo presidente.