<p>”¿Pueden ayudarme? Venía con un grupo de personas y me han tirado, y no sé dónde están. Me han tirado“, dice con lágrimas en el rostro un menor que fue abandonado a su suerte en la frontera con Estados Unidos. Desesperado, pidió ayuda a un agente fronterizo que grabó el vídeo que ya circula por las redes sociales.
“Me dejaron tirado”, continuó el niño mientras se acercaba al coche patrulla. El agente le preguntó por el paradero de sus padres, pero el niño aseguró que no estaba acompañado.
Según los medios locales, los hechos ocurrieron cerca de la frontera entre Estados Unidos y México, en el estado de Texas, cerca de Río Grande.
“Estaba en un grupo y al final me dejaron tirado. Y yo venía aquí a pedir ayuda. Si no, ¿a dónde voy a ir? A pedir ayuda“, reiteró el pequeño.
La situación reflejada en el vídeo anterior, que ya se ha hecho viral, no es un hecho aislado. Este mismo lunes, dos hermanos de seis y cinco años fueron arrojados por la valla fronteriza en la localidad de Jacumba, Estados Unidos, dejando a los dos menores abandonados y desprotegidos.
En esta ocasión, los agentes fronterizos presenciaron la acción y ayudaron a los niños, que llevaban un papel con el número de teléfono de su madre, además de tenerlo grabado en el antebrazo con un rotulador, según informó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) del condado de San Diego.
Alrededor de las 15:00 horas, según el informe, los agentes observaron a un hombre y una mujer caminando por la zona rocosa al sur de la frontera acompañados de dos niños. Inmediatamente, los menores se lanzaron hacia el lado estadounidense y los adultos se dieron a la fuga.
“Los niños fueron transportados a una estación cercana de la Patrulla Fronteriza para ser atendidos y procesados. En la estación, los niños proporcionaron a los agentes una nota escrita a mano que tenía el nombre y el número de teléfono de su madre. Los hermanos también tenían el nombre y el número de teléfono de su madre escritos con rotulador en el antebrazo”, explicó en un comunicado de la CBP.
Tras conseguir el número de teléfono de la madre, los agentes pudieron contactar con la mujer y obtener más información sobre los niños, que fueron trasladados al Departamento de Salud y Servicios Humanos.
“Es inconcebible que alguien abandone a estos niños de corta edad y los responsables de hechos de contrabando como éste serán perseguidos agresivamente”, dijo el agente jefe de la patrulla Aaron Heitke.
Ambos casos fueron reportados sólo en la última semana, pero recientemente los medios de comunicación han reportado múltiples casos de niños migrantes que viajan sin compañía.
Imágenes estremecedoras ha dejado el caso de dos hermanas ecuatorianas, de tres y cinco años, que a finales de marzo fueron arrojadas desde lo alto de la valla fronteriza (a 4 metros de altura) por los conocidos “polleros”.
Estos son sólo algunos de los miles de casos, según los datos de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, ya que sólo en febrero de este año, un total de 9.457 niños migrantes no acompañados fueron detenidos en la frontera con México. Ese fue el mes con el mayor número de aprehensiones desde mayo de 2019 y supera con creces los meses anteriores de la pandemia, lo que refleja la intensificación de la crisis migratoria en Norteamérica, proveniente de Centroamérica.
Una auditoría independiente confirmó que las instalaciones que albergan a los niños migrantes en la frontera con México están “superpobladas”, con un agudo hacinamiento que ha creado condiciones inseguras para miles de menores bajo custodia.
En un informe presentado en un tribunal federal de Los Ángeles y hecho público por CBS News, dos inspectores designados por un juez para supervisar las condiciones de los menores detallaron el “grave hacinamiento” en las instalaciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en el sur de Texas.
El funcionamiento es imposible” dentro del centro de detención, afirma el informe, calificando el nivel de hacinamiento de “insostenible”. En una instalación con exceso de capacidad, “no había suficientes cuidadores para los 500 niños migrantes menores de 12 años detenidos allí”.
Tampoco existe el distanciamiento físico necesario para mitigar la propagación de Covid-19, y sin embargo las instalaciones de la CBP se han “estirado más allá del mínimo”, dijeron Andrea Sheridan, un monitor independiente designado por el tribunal, y Paul Wise, un experto médico.
El hacinamiento es tan generalizado en el centro de detención de Donna (Texas) que “no había espacio entre las colchonetas que los migrantes utilizan para dormir ni en los espacios para caminar, según el informe.
Los baños diseñados para una ocupación de 1.000 personas están ocupados las veinticuatro horas del día, y algunos niños informaron de que no recibieron duchas durante varios días.
Al 30 de marzo, había unos 3.000 niños migrantes no acompañados en las instalaciones.