GINEBRA. La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU el deterioro de la situación en Nicaragua, que imposibilita a los nicaragüenses elegir libremente en las elecciones de noviembre.
“Durante tres años este Consejo ha analizado en profundidad la crisis de derechos humanos que afecta a Nicaragua (…), pero esta crisis no sólo no muestra signos de superación, sino que se ha agravado de forma alarmante”, dijo la ex presidenta chilena en su intervención.
Bachelet lamentó que entre el 12 y el 21 de junio la Policía Nacional de Nicaragua y el Ministerio Público hayan detenido a varios miembros de la oposición, entre ellos cinco personas que habían hecho pública su intención de presentarse como candidatos en las próximas elecciones generales.
Paralelamente, 59 países, entre ellos Estados Unidos, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Panamá, Brasil y España, también pidieron a Managua la liberación de los opositores detenidos.
Horas antes, la organización civil Human Rights Watch había instado al secretario general de la ONU, António Guterres, a llevar el caso al Consejo de Seguridad del organismo hemisférico y a aplicar sanciones contra los responsables de “graves abusos contra los derechos humanos”.
El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, informó de que Washington estaba “alarmado” por los acontecimientos en la nación centroamericana. Más tarde, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos aprobó una legislación para promover elecciones libres en Nicaragua, con nuevas medidas para sancionar actos de corrupción y violaciones de los derechos humanos.
En México, el subsecretario para América Latina y el Caribe de la Cancillería, Maximiliano Reyes, dijo que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador espera “una rectificación” de las autoridades nicaragüenses y no descartó aumentar la presión diplomática.
Reyes señaló que el siguiente paso sería declarar persona non grata al representante de Nicaragua en el país. “La acción más drástica, que esperamos no llegue a eso, es la ruptura de relaciones”.
En la sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el canciller nicaragüense, Denis Moncada, denunció que su país es víctima de “políticas y acciones injerencistas, violatorias del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas“, y acusó a Estados Unidos y Europa de actitudes imperialistas.
A cinco meses de las elecciones generales, las autoridades del país centroamericano han detenido a 19 opositores, entre ellos cinco precandidatos presidenciales.
Ante esta situación, una oleada de opositores ha decidido exiliarse, como los periodistas Carlos Fernando Chamorro y Sergio Marín Cornavaca, director del portal digital La Mesa Redonda.
El primero fue el periodista Carlos Fernando Chamorro, ganador del 38º Premio Ortega y Gasset de Periodismo, que anunció su exilio después de que su casa fuera allanada por la Policía Nacional.
Más tarde, el ex comandante sandinista Luis Carrión, uno de los nueve comandantes de la revolución sandinista en Nicaragua, informó que también abandonaba el país, debido a la amenaza de ser detenido.