El presidente ruso, Vladímir Putin, pidió el miércoles a los ciudadanos que “escuchen a los expertos” y se vacunen, aunque se opuso a la inmunización obligatoria cuando el número de muertos por covirus 19 alcanzó cifras récord por segundo día consecutivo.
“No apoyo la vacunación obligatoria”, dijo en una sesión televisada en la que respondió a las preguntas de los ciudadanos.
Rusia está sufriendo un pico de contagios a causa de la variante Delta, altamente infecciosa, y el miércoles informó de 669 muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, superando la cifra registrada el día anterior (652), según datos del Gobierno.
Putin estimó que, para evitar el confinamiento estricto ante este aumento de casos, “algunas regiones están introduciendo” la vacunación obligatoria “para ciertas categorías” de personas e invitó también a los ciudadanos a dejar de lado sus reticencias.
“Siempre ha habido gente que, de manera general, considera que no hay que vacunar, y hay muchos (…) no sólo en nuestro país sino también en el extranjero”, dijo.
Pero “no hay que hacer caso a la gente que no entiende nada de estas cosas, que se basa en rumores, sino a los expertos”, añadió.
En las redes sociales rusas se multiplican las anécdotas surrealistas y no verificadas sobre las vacunas. El rechazo a las vacunas supera el 50%, según las encuestas.
Para motivar a los rusos, Putin fue más allá y contó por primera vez que él y su hija fueron vacunados con Sputnik V.
En marzo, el presidente dijo que se había vacunado, pero nunca hubo imágenes de ese momento, lo que alimentó las especulaciones sobre el medicamento elegido por el líder.
El jefe de Estado también presumió de las virtudes de las vacunas rusas y las calificó de eficaces y seguras.
“Aquí todo va bien y no se producen las situaciones trágicas que se experimentan con (las vacunas de) AstraZeneca o Pfizer“, dijo Putin, en referencia a los raros efectos secundarios de estas vacunas, aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras Sputnik V sigue analizándolas.
Las ciudades más afectadas por el aumento de las infecciones son la capital, Moscú, y San Petersburgo, segunda ciudad del país y sede de los partidos de la Eurocopa de fútbol, que registraron 117 y 111 muertes, respectivamente.
En total, el país registró 21.042 nuevos contagios en las últimas 24 horas y ya suma 5,5 millones de casos desde el inicio de la pandemia de coronavirus.
El número de muertes registradas oficialmente es de 135.214, pero la agencia de estadísticas Rosstat, que tiene una definición más amplia de las muertes relacionadas con el covid-19, había contabilizado 270.000 muertes hasta finales de abril.
Así, Rusia es el país europeo con mayor número de muertes por covid-19, mientras que la campaña de vacunación lanzada en diciembre ha sido muy lenta, debido a la desconfianza de la población.
En Moscú se reintrodujo el teletrabajo para algunos empleados, así como la vacunación obligatoria para los trabajadores del sector servicios y el pase sanitario para ir a los restaurantes.
Pero por ahora no está previsto un encierro general como el que se impuso en la primavera de 2020 en esta capital de 12 millones de habitantes.
El lunes, el gobierno admitió que su objetivo de tener al 60% de la población vacunada para el otoño era inalcanzable.
La desconfianza de los rusos hacia las vacunas es tal que desde diciembre sólo el 16% de la población ha recibido al menos una inyección.
Unos 22,7 millones de personas, de un total de 146 millones, han recibido al menos una dosis, según las cifras publicadas el miércoles por el sitio web Gogov, que agrega datos de las regiones y los medios de comunicación a falta de estadísticas nacionales oficiales.