BRASIL. Miles de personas salieron a las calles de Brasil para exigir la salida del presidente Jair Bolsonaro, investigado por supuestas irregularidades con las vacunas contra el covid-19, que ya mató a más de 520 mil personas en el país.
Las manifestaciones fueron pacíficas, ocuparon las calles de cientos de ciudades del país y tuvieron como principal consigna el grito “Fuera Bolsonaro“, que en los últimos días ha unido a partidos progresistas y grupos conservadores, que se han sumado a la oposición a la extrema derecha que encarna el gobernante.
Las crecientes sospechas de corrupción en la compra de vacunas, que serán investigadas por la Fiscalía General, y el negacionismo de Bolsonaro ante una pandemia que ya mató a más de 520 mil brasileños, llevaron a la oposición de izquierda y derecha a oficializar ante la Cámara de Diputados un pedido de destitución.
Las manifestaciones más masivas tuvieron lugar en Sao Paulo, la ciudad más poblada del país y la más afectada por la pandemia, Río de Janeiro, Recife, Belo Horizonte y también en Brasilia, donde la protesta se concentró frente a la sede del Congreso, para reforzar la presión por un impeachment contra Bolsonaro.
El viernes, la jueza del Tribunal Supremo, Rosa Weber autorizó la apertura de una investigación al presidente brasileño por las presuntas irregularidades. La Fiscalía General tendrá 90 días para llevar a cabo la investigación, según estableció el Supremo.
Las protestas estaban previstas inicialmente para el 24 de julio, pero se adelantaron tras la presentación de pruebas de irregularidades.
Las sospechas con las vacunas pasan principalmente por Covaxin, del laboratorio indio Bharat Biotech, y un contrato de intención de compra negociado con un “intermediario” local ya investigado desde 2017, por “vender” al Gobierno un lote de medicamentos que nunca entregó.
Además, se probó la existencia de un acuerdo paralelo, según el cual parte de los 320 millones de dólares que Brasil pagaría por esas vacunas se dirigiría a una empresa con sede en Singapur que no aparecía en el contrato.
Las manifestaciones contra Bolsonaro han crecido en las últimas semanas, al mismo tiempo que la imagen del gobernante ha sido golpeada por las acusaciones.
Según una reciente encuesta del instituto Ipec, la desaprobación del gobierno subió del 39 por ciento en febrero al actual 50 por ciento. El mismo sondeo mostró un dato más que preocupante para el futuro de Bolsonaro, que aspira a renovar su mandato en las elecciones de octubre del próximo año.
Según el Ipec, si las elecciones fueran hoy, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva ya sería elegido en primera vuelta con un 49 por ciento, frente al 26 por ciento de Bolsonaro.