La recuperación del Papa Francisco, de 84 años, va viento en popa: ya lee los periódicos y se ha levantado a caminar por el hospital Policlínico Gemelli de Roma, dos días después de la operación de colon a la que fue sometido este domingo, informó hoy el Vaticano.
“Su Santidad el Papa Francisco ha tenido una buena noche de descanso. Esta mañana ha desayunado, ha leído algunos periódicos y se ha levantado a pasear”, dijo el director de la sala de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, en un comunicado emitido al mediodía.
El portavoz vaticano añadió que “la evolución operatoria es normal” y “los exámenes de control rutinarios son buenos”, tras una operación “por una estenosis diverticular” en la que se le extirpó una parte del colon y en la que se le administró anestesia general.
El pontífice permanecerá hospitalizado otros seis días, si no hay complicaciones, como indicó Bruni el lunes.
El nuevo boletín médico confirma la favorable recuperación de Francisco, que sigue su curso normal, sin ninguna novedad destacable, como ya indicaba el hecho de que desde el lunes al mediodía no se había difundido ninguna información nueva sobre su estado de salud.
Si la evolución sigue como hasta ahora, no se descarta que el papa pueda oficiar desde la ventana del hospital el rezo dominical del Ángelus, su única actividad prevista en el mes de julio, cuando reduce al máximo sus actos para descansar, según medios locales, aunque no hay confirmación oficial.
Juan Pablo II ya lo hizo durante algunos de sus ingresos hospitalarios en el Gemelli, en la misma planta en la que se ha instalado Francisco, la décima y cuyas habitaciones ya se conocen como “Vaticano 3″, por el palacio pontificio y la residencia de verano de Castel Gandolfo.
Según los medios de comunicación italianos, la operación iba a realizarse con una técnica mínimamente invasiva, la laparoscopia, aunque finalmente tuvo que hacerse de forma normal debido a una pequeña “cicatriz” que impedía introducir y desplazar el material necesario.
Aun así, todo salió bien en el quirófano, donde las dos partes del colon, tras la extirpación de una parte, se unieron inmediatamente, sin necesidad de realizar una colostomía, más delicada y que conlleva una convalecencia más complicada.
En cualquier caso, según las mismas fuentes, el Papa nunca ha perdido el sentido del humor y bromea con los médicos del Gemelli, donde numerosos periodistas, cámaras y fotógrafos se agolpan a las puertas del centro médico para seguir la evolución del estado de salud del pontífice.
La enfermedad diverticular del colon es muy frecuente en la sociedad occidental y afecta a casi el 65% de la población a partir de los 85 años, según los expertos en aparato digestivo.
El objetivo del tipo de operación a la que se ha sometido Francisco es reducir los problemas causados por los divertículos, pequeñas hernias en la pared del colon con un amplio espectro de síntomas clínicos que incluyen el sangrado, la inflamación (diverticulitis) o las complicaciones asociadas a ella.
En los últimos tiempos, Francisco ha sufrido varios ataques de ciática que le han obligado a posponer algunos eventos, pero otras enfermedades le son desconocidas, salvo las que ha comentado en el pasado.
En una entrevista con el periodista y médico argentino Nelson Castro en Roma en 2017, el pontífice dio detalles de la operación a la que se sometió en 1957, cuando era un seminarista de 21 años, para extirparle el lóbulo superior del pulmón derecho en el que le habían detectado tres quistes, y de una posterior operación de vesícula, cuando ya era superior provincial de los jesuitas.
También mencionó un problema cardíaco en 2004 y dijo que cuando ya era Papa le diagnosticaron un hígado graso, que superó con una dieta especial que también le hizo perder peso.
También explicó que tiene un estrechamiento del espacio intervertebral entre la cuarta y quinta vértebra lumbar, y entre ésta y el sacro, y que sufre de pies planos, lo que a veces le hace caminar “como un pollo”.