Además de ser el nuevo epicentro de la pandemia, Indonesia desafía ahora la creencia de que los niños corren un riesgo mínimo de enfermar o morir a causa del Covid-19.
Cientos de niños han muerto en el país asiático a causa del coronavirus en las últimas semanas, muchos de ellos menores de 5 años, lo que supone la mayor tasa de mortalidad del mundo, según las cifras publicadas por el diario estadounidense The New York Times.
“Nuestras cifras son las más altas del mundo”, dijo el director de la Sociedad de Pediatría de Indonesia, Aman Bhakti Pulungan, sobre la tasa de mortalidad.
El aumento de las muertes infantiles coincide con la explosión de la variante Delta en Asia, donde las tasas de vacunación son bajas, con brotes récord en Tailandia, Malasia, Birmania y Vietnam.
Indonesia informó el viernes de 50.000 nuevas infecciones y 1.566 muertes.
Según las cifras del instituto pediátrico, los niños representan el 12,5% de los casos confirmados en el país, y 150 niños murieron de Covid-19 en la tercera semana de julio, la mayoría de ellos menores de 5 años.
“El gobierno nunca se ha tomado en serio la pandemia desde el principio”, dijo Alexander Raymond Arifianto, investigador de la Escuela de Estudios Internacionales S. Rajaratnam de Singapur, citado por el Times.
“La voz de los verdaderos expertos sobre la mejor manera de manejar la pandemia simplemente no se está escuchando”, lamentó.
Varios países del sudeste asiático volvieron a registrar su mayor número de contagios y muertes diarias por Covid-19 ante el auge de la variante Delta, que no pueden controlar a pesar de las diversas restricciones.
La organización de investigación Our World in Data informó de que Indonesia presentaba una tasa de mortalidad tres veces superior a la media mundial.
Ante esto, la isla de Bali se está quedando sin oxígeno para sus pacientes, según el jefe de su agencia sanitaria.
El debate sobre las restricciones para frenar la propagación del coronavirus ha enfrentado a los expertos sanitarios, que afirman que es prematuro relajar las restricciones durante el aumento de casos, con los grupos de empresarios que han advertido de despidos masivos.
Esta propagación de la variante Delta está afectando a todo el mundo, desde Europa hasta América.
En Estados Unidos, el máximo responsable de la lucha contra el coronavirus, Anthony Fauci, advirtió ayer que el país está yendo en la “dirección equivocada” para contrarrestar los estragos de la nueva ola de Covid-19 que se ha extendido con la llegada de Delta y la reticencia de muchos estadounidenses a recibir la vacuna.
Fauci consideró que los estadounidenses inmunodeprimidos pueden necesitar refuerzos de la vacuna.
“Los pacientes trasplantados, los pacientes de quimioterapia contra el cáncer, los pacientes de enfermedades autoinmunes, que están en regímenes inmunosupresores, son el tipo de individuos que, si va a haber un tercer refuerzo, que probablemente lo habrá, estarían entre los primeros”, dijo Fauci durante una entrevista en la CNN.
Añadió que las autoridades también estaban considerando la posibilidad de revisar las orientaciones sobre las máscaras para los estadounidenses vacunados, y dijo que se estaba “considerando activamente”.
Los estudios demuestran que la inmunidad de las personas vacunadas puede estar disminuyendo.