Un incendio en la Cinemateca de Sao Paulo provocó la pérdida del mayor archivo cinematográfico de Sudamérica. La conflagración se extendió por los almacenes de la institución, que albergaban gran parte de la historia cinematográfica de Brasil.
El mundo del cine lamentó las pérdidas causadas por el incendio, que se originó durante el mantenimiento del aire acondicionado, y atribuyó el accidente a la “omisión” por parte del gobierno del presidente Jair Bolsonaro, responsable de la gestión de la institución.
El gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, uno de los principales rivales políticos de Bolsonaro en el campo conservador, también alzó la voz y afirmó que el suceso es fruto del “desprecio por el arte y la memoria de Brasil”.
La Fiscalía alertó al Gobierno de los posibles riesgos a los que se enfrentaba la cinemateca, encargada de custodiar la memoria audiovisual del país, y llegó a abrir el año pasado un proceso de “abandono” contra el Ejecutivo después de que no renovara el contrato con la organización que gestionaba la institución.
Los responsables del centro publicaron un manifiesto en el que consideraban el incendio registrado la víspera como un “crimen anunciado” y la “pérdida” de una parte “de la historia de Brasil”.
El secretario especial de Cultura de Brasil, Mario Frías, atribuyó el deterioro de la cinemateca a las administraciones anteriores, que, en su opinión, utilizaron “el dinero público de la cultura para comprar el apoyo político de la elite artística”.
Con información de EFE