El Tribunal Superior Electoral de Brasil pidió a la Corte Suprema que investigue al presidente Jair Bolsonaro, por su campaña de difamación contra el actual sistema de voto electrónico en las elecciones, cuya transparencia el mandatario ha cuestionado en numerosas ocasiones.
El pleno del tribunal electoral aprobó por unanimidad solicitar al Supremo que Bolsonaro sea incluido en un proceso penal ya en marcha que investiga la difusión de noticias falsas y diversos ataques a las instituciones democráticas a través de las redes sociales.
Asimismo, el TSE decidió por unanimidad abrir por su cuenta una investigación administrativa” para esclarecer si el jefe de Estado, al atacar constantemente las urnas electrónicas, cometió “abuso de poder económico y político, uso indebido de los medios de comunicación, corrupción, fraude o conducta vetada a los agentes públicos”.
Bolsonaro ha redoblado en las últimas semanas su ofensiva contra las urnas electrónicas, a las que considera una fuente de “fraude”, y presiona para que el Congreso apruebe una enmienda constitucional que devuelva el voto en papel, como complemento al sistema actual, vigente desde 1996.
Este lunes, el líder ultraderechista afirmó que si se mantiene el voto electrónico para las elecciones de 2022, el país seguirá el camino de Venezuela o Argentina. También llegó a declarar hace semanas que sin el voto en papel “no habrá elecciones” el próximo año.
Bolsonaro, que atraviesa su peor momento de popularidad, pretende presentarse a la reelección el próximo año, aunque hasta ahora las encuestas lo sitúan por detrás de su mayor adversario político, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).
El gobernante aseguró, sin pruebas, que para estas elecciones se está cocinando un “fraude”, supuestamente orquestado por el Tribunal Superior Electoral, para supuestamente beneficiar a Lula, a quien todas las encuestas dan como claro ganador.
El pasado jueves, en su tradicional difusión a través de las redes sociales, Bolsonaro reconoció no tener “pruebas” de posibles amaños en procesos electorales anteriores, pero sí “indicios” de ello, y arremetió con dureza contra el Tribunal Superior Electoral.
El presidente del TSE, el juez Luís Roberto Barroso, criticó este lunes veladamente la posición del presidente y afirmó que amenazar la celebración de las elecciones es una “conducta antidemocrática”, en la primera sesión del tribunal tras el fin del receso judicial.
Asimismo, el magistrado dijo que “hay cosas que están fallando en el país” y que, por tanto, las instituciones y la sociedad civil tienen que estar “muy alerta”.
“Ya hemos superado ciclos de atraso institucional, pero hay rezagados que quisieran volver al pasado. Parte de estas estrategias incluyen el ataque a las instituciones”, añadió Barroso.