Cuando se pensaba que la “guerra” contra el Covid-19 estaba siendo “ganada”, comenzaron a surgir variantes, entre ellas la Delta, que, según los expertos, es más contagiosa y se ha extendido por todo el mundo, llegando incluso a lugares como Wuhan (China), donde hace más de un año que no se registra un caso positivo.
Esta ciudad de China es conocida porque allí comenzó la pandemia de coronavirus en diciembre de 2019.
Tras el nuevo brote, las autoridades decidieron aplicar las pruebas Covid a los 11 millones de personas que viven en este lugar.
Fue este lunes cuando se confirmaron tres infecciones de la variante Delta del Covid-19. Este resurgimiento de la epidemia es un gran golpe para Wuhan.
Los primeros casos nuevos en China se detectaron en siete trabajadores inmigrantes de la ciudad, cuatro de los cuales no presentaban síntomas de la enfermedad.
Tras vencer al virus, sus habitantes se enorgullecían de vivir en “la ciudad más segura del mundo” en comparación con los efectos de la pandemia, que mató a más de 4 millones de personas en todo el mundo.
China, que prácticamente erradicó la epidemia en la primavera de 2020, vive desde hace unas semanas un rebrote del virus, el mayor desde el año pasado.
Con más de 400 infecciones desde mediados de julio, este aumento de la contaminación sigue siendo, sin embargo, muy limitado en comparación con las cifras registradas en otros países.
Pero este último brote es significativo en términos de propagación geográfica, ya que abarca más de una docena de provincias y también Pekín, la capital, que el domingo instó a sus habitantes a no salir de la ciudad salvo por razones de fuerza mayor.
Ante el riesgo de un resurgimiento de la epidemia, el gobierno recurre al arsenal de medidas radicales que utilizó a principios de 2020: confinamiento, restricciones a los viajes, pruebas masivas.
El martes, China anunció 61 contagios locales, con un brote de la variante delta, de rápida propagación, que llegó a decenas de ciudades tras una serie de infecciones entre los trabajadores del aeropuerto de Nanjing (este).
La población de esta ciudad de nueve millones de habitantes ya ha sido sometida a pruebas en dos ocasiones y actualmente se está llevando a cabo una tercera campaña.
La ciudad oriental de Yangzhou, de 1,3 millones de habitantes, cercana a Nanjing, ordenó a sus residentes que permanecieran en sus casas después de que se detectaran 40 nuevas infecciones en un día.
Sólo se permite que una persona por hogar salga una vez al día a comprar.
El anuncio se produjo después de que la ciudad turística de Zhangjiajie, en la provincia central de Hunan, así como la vecina Zhuzhou, emitieran órdenes similares en los últimos días que afectaron a más de dos millones de personas en conjunto.
Las autoridades admitieron que entre los infectados hay muchos que habían sido vacunados, lo que hace temer por la eficacia de las vacunas chinas, las únicas disponibles en el gigante asiático.
Desde el año pasado, China ha distribuido más de 1.650 millones de dosis de vacunas contra el covid-19.
Con información de AFP