El miedo y la desesperación reinan en Haití tras el terremoto de magnitud 7,2 que sacudió el país a las 8:30 horas locales (12:30 horas GMT) del sábado.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el terremoto tuvo una profundidad de 10 kilómetros y el epicentro se situó a 12 kilómetros al noreste de Saint-Louis du Sud, en Haití.
Se sintió “muy fuertemente” en Saint-Louis du Sud, Aquinas y otras localidades del suroeste del país, “moderadamente” en Puerto Príncipe, “ligeramente” en Kingston, Jamaica, y “débilmente” en Santo Domingo, República Dominicana.
Las autoridades emitieron una alerta de tsunami para la capital y algunas regiones costeras del país.
“Es posible que se produzcan olas de tsunami de 1 a 3 metros sobre el nivel del mar en algunas costas de Haití“, dijo la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.
Un tsunami de este tipo podría llegar a las costas de Puerto Príncipe, la ciudad sureña de Jacmel y la ciudad suroccidental de Jérémie y durar “muchas horas después de la ola inicial”, ya que el intervalo entre las olas peligrosas puede ser de “cinco minutos a una hora”.
Hasta el momento, no hay un número exacto de muertos o heridos; sin embargo, las autoridades advirtieron que era “probable” que el terremoto hubiera dejado “un elevado número de víctimas”.
El USGS ha llegado a declarar la alerta roja para Haití en su escala de daños, lo que significa que “es probable que haya un elevado número de víctimas y que la catástrofe afecte a una zona extensa”.
En cuanto a los daños materiales, las ciudades de Jérémie y Los Cayos están afectadas, así como la península suroccidental de la isla de La Española, que comparte con la República Dominicana.
Una réplica de magnitud 5,2 se registró a 17 km al norte-noroeste de Chantal, Haití.
En cuanto al impacto económico de este terremoto en el país, el USGS emitió una alerta naranja en la que se advertía de posibles “daños significativos” y se preveían pérdidas económicas de “entre el 0% y el 3% del PIB de Haití”.
En las redes sociales, la gente compartió fotos y vídeos de cómo habían vivido el terremoto en su país.
Las publicaciones muestran a personas angustiadas y graves daños en el tejido de las casas.
Con información de EFE