BRASIL. El fiscal general de Brasil, Augusto Aras, anunció que ha abierto una investigación preliminar contra el presidente del país, Jair Bolsonaro, para investigar si hubo irregularidades en algunas declaraciones del mandatario sobre las urnas electrónicas durante una transmisión en vivo.
A finales de julio, durante una de sus apariciones semanales en directo en las redes sociales, Bolsonaro expresó sus sospechas sobre el sistema de voto electrónico del país, que calificó de “fraudulento”, sin aportar ninguna prueba.
La decisión se produce después de que la magistrada del Tribunal Supremo Carmen Lúcia pidiera a Aras que tomara cartas en el asunto, después de que un grupo de parlamentarios presentara una denuncia ante el Tribunal Supremo.
A principios de agosto, varios diputados de la oposición acusaron a Bolsonaro de abuso administrativo por realizar propaganda electoral en su transmisión en vivo el 21 de julio. Según los diputados, el presidente también cometió abuso de poder económico y abuso de funciones.
En su respuesta al juez, Aras afirmó que realizaría una investigación preliminar para examinar los hechos denunciados y analizar posibles prácticas delictivas que justificaran la solicitud de una investigación formal.
Por otro lado, una comisión del Senado reiteró las sospechas de que Bolsonaro había utilizado datos falsos para afirmar que el número de muertos por la pandemia había sido “inflado” por gobernadores y alcaldes.
El grupo parlamentario tomó declaración a Alexandre Marques, funcionario del Tribunal de Cuentas de la Unión, quien admitió ser el autor de un “documento de trabajo” que Bolsonaro citó como si fuera un documento oficial del Tribunal de Cuentas para afirmar que el país tenía al menos “un 50% menos de muertes” por covirus.
El presidente hizo esta afirmación el pasado mes de junio, cuando el país ya contaba con 475.000 muertos (ahora son casi 570.000) y acusó a alcaldes y gobernadores de “inflar” estas cifras para conseguir más financiación del Estado.