LES CAYES. En Haití, todavía hay esperanza de encontrar personas vivas bajo los escombros, pero las posibilidades disminuyen con el tiempo tras el enorme terremoto que devastó el sur del país.
En Les Cayes, un equipo de rescate mexicano de la Brigada Internacional de Rescate Topos busca posibles supervivientes del terremoto que causó casi 2.200 muertos y 12.000 heridos.
Las autoridades esperan que el número de muertos aumente con el paso de los días, ya que muchas personas siguen desaparecidas.
La brigada de diez mexicanos, asistidos por dos rescatistas haitianos, trabajó esta mañana durante 12 horas con un escáner para buscar rastros de personas vivas entre los escombros de un edificio de dos pisos con sótano en el centro de la ciudad más afectada por el sismo.
Uno de los rescatadores dijo que el escáner detectó cuatro lecturas que podrían indicar la existencia de personas vivas.
Mientras tanto, los hospitales de Les Cayes siguen admitiendo nuevas víctimas, mientras que docenas de los pacientes más graves son trasladados diariamente a Puerto Príncipe.
Las tensiones y la ira en Haití siguieron aumentando ayer por la falta de ayuda a las zonas remotas.
La ira por la larga espera de la ayuda se desbordó cuando los residentes atacaron los camiones de ayuda en varias localidades del sur del país.
En Les Cayes, la mitad de un convoy de dos camiones fue saqueada por desconocidos antes de que interviniera la policía haitiana. El resto de la mercancía se dispersó con gran confusión en el recinto de la comisaría.
Mientras tanto, otros cuatro camiones pertenecientes a la ONG internacional Food For The Poor fueron saqueados en la carretera sur antes de que pudieran entregar los productos de ayuda.
También se produjeron enfrentamientos después de que el ex presidente Michel Martelly visitara un hospital local en la ciudad de Les Cayes, donde uno de sus empleados dejó un sobre con dinero que desencadenó una violenta revuelta.
Estados Unidos, la potencia extranjera más influyente en Haití, ha anunciado el despliegue de 200 marines en el país. Los ocho helicópteros proporcionados por el ejército estadounidense siguen evacuando a los heridos más graves.
En las calles, los supervivientes luchan a diario por conseguir comida y agua, mientras que los convoyes de ayuda humanitaria empiezan a distribuir los productos de primera necesidad, aunque a menudo en cantidades insuficientes.