Airbnb “acogerá gratuitamente a 20.000 refugiados afganos en todo el mundo” en respuesta a “una de las crisis humanitarias más graves de nuestro tiempo”, anunció el martes Brian Chesky, cofundador de la plataforma de alquiler vacacional.
La empresa “pagará por las estancias” pero “no podrá hacerlo sin la generosidad de los anfitriones”, dijo Chesky en un tuit en el que instaba a las personas que quisieran acoger a una familia de refugiados de forma gratuita a ponerse en contacto con la plataforma.
Desde 2012, el grupo estadounidense permite a los anfitriones ofrecer habitaciones a los solicitantes de asilo o refugiados de forma gratuita a través de su plataforma Open Homes.
“El desplazamiento y reasentamiento de refugiados afganos en Estados Unidos y otras partes del mundo es una de las crisis humanitarias más graves de nuestro tiempo”, continuó Chesky, que cree que es urgente “pasar a la acción” y espera “inspirar a otros empresarios a hacer lo mismo”.
La caída de Kabul a manos de los talibanes el 15 de agosto hizo que miles de personas huyeran al aeropuerto de la capital afgana, única vía de salida del país. Miles de personas ya han sido evacuadas desde julio.
La ONU dijo el martes que los afganos se enfrentan a una “catástrofe humanitaria” este invierno si la comunidad internacional no proporciona ayuda.
Durante una conferencia de prensa en Ginebra, la Directora Regional Adjunta del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para Asia y el Pacífico, Anthea Webb, dijo que la organización pudo transportar 600 toneladas de alimentos a Afganistán esta semana y ayudar a 80.000 personas.
Esto se suma a los más de 5 millones de personas que el PMA ya ha podido ayudar desde principios de año.
Tras la caída de Kabul a manos de los talibanes, las Naciones Unidas les pidieron que garantizaran el acceso humanitario.
El martes, el PMA hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que acelere la entrega de ayuda humanitaria para el invierno que se avecina.
“Normalmente, en esta época del año, el PMA trabaja para almacenar suministros de alimentos en almacenes y comunidades de Afganistán, que luego se distribuyen a las familias afganas necesitadas antes de que se vean interrumpidos por las brutales nevadas del invierno”, dijo Webb.
“Este año, sin embargo, con una financiación limitada y necesidades crecientes, corremos el riesgo de quedarnos sin harina de trigo, nuestro principal proveedor, a partir de octubre. Sólo nos quedan unas semanas para conseguir la financiación necesaria de los donantes y acumular reservas de alimentos antes de que la nieve bloquee los pasos de montaña”, dijo.
Una vez que nieve, será demasiado tarde para ayudar al pueblo afgano, advierte el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que afirma que una de cada tres personas en Afganistán padece hambre.
Además del conflicto, Afganistán sufre una grave sequía desde hace varios años, y la pandemia de Covid 19 ha empeorado aún más la situación humanitaria.