En medio de la tercera ola de Covid-19, una crisis migratoria en la frontera sur del estado y diversas manifestaciones frente a las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), una nueva caravana partió este sábado de Tapachula, Chiapas, para cumplir el sueño americano.
Este grupo está formado por más de un millar de sudamericanos, extranjeros y centroamericanos de diferentes edades, incluidos niños, mujeres embarazadas, personas de la comunidad LGBT+ e incluso algunas personas con discapacidad.
Los migrantes lograron pasar el primer filtro, a pesar de que la aduana y la Guardia Nacional estaban en el lugar.
Algunos migrantes que no pudieron seguir el ritmo de la caravana se enfrentaron al personal del INM, que comenzó a impedirles avanzar.
El incidente ocurrió cerca del edificio de los servicios forenses en los límites entre los municipios de Tapachula y Huehuetán.
Algunos de los migrantes, al percatarse de lo que ocurría, regresaron para apoyar a sus compañeros y comenzaron a dañar las unidades de migración y a rescatar a seis extranjeros ya detenidos por el INM.
Por su parte, la Guardia Nacional no intervino y se limitó a decir a los migrantes que mantuvieran la calma.
Finalmente, la caravana se reagrupó y continuó su viaje hacia Estados Unidos.