Tras el ataque del jueves en el que murieron 13 soldados estadounidenses, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirma que es “muy probable” que se produzca otro ataque en el aeropuerto de Kabul “en las próximas 24 o 36 horas”.
“La situación sobre el terreno sigue siendo extremadamente peligrosa y la amenaza de ataques terroristas en el aeropuerto sigue siendo alta. Nuestros comandantes me han informado de que es muy probable que se produzca un ataque en las próximas 24 a 36 horas”, dijo Biden en un comunicado.
Hizo estos comentarios tras reunirse con su equipo de seguridad nacional formado por generales y miembros de su administración.
Dijo que había pedido a los altos mandos militares en Afganistán que tomaran “todas las medidas necesarias” para proteger a los soldados mientras continúan su misión de evacuar a los ciudadanos estadounidenses y a los colaboradores afganos antes de la retirada definitiva prevista para el 31 de agosto.
Prometió que Estados Unidos continuaría su misión de evacuación a pesar de la “traicionera” situación en Afganistán.
En la reunión del sábado, el equipo de seguridad nacional también informó al presidente sobre el ataque con drones que mató a dos presuntos miembros “de alto nivel” del Estado Islámico (EI) en Afganistán en represalia por el ataque del grupo terrorista al aeropuerto de Kabul el jueves.
Inmediatamente después de ese ataque, Biden prometió vengarse de los autores, diciendo que los perseguiría y les haría pagar por los ataques.
Hoy dijo que había cumplido su promesa y aseguró que el último ataque “no será el último”.
“Seguiremos persiguiendo a cualquiera que haya participado en este atroz ataque y le haremos rendir cuentas. Responderemos si alguien intenta dañar a EE.UU. o atacar a nuestras tropas. Eso nunca debería ponerse en duda”, dijo.
Estados Unidos está en alerta máxima desde el atentado del jueves porque tiene información sobre amenazas creíbles para sus tropas en Afganistán.
Hoy, el Pentágono ha dicho que sigue habiendo “amenazas muy reales” y “muy dinámicas” contra las tropas en Kabul.
La rama del EI que reivindicó el ataque terrorista del jueves se conoce como Estado Islámico de Jorasán (como los yihadistas llaman a Afganistán). Se fundó en 2015 y es un enemigo acérrimo tanto de Estados Unidos como de los talibanes.