Los talibanes aseguraron el lunes que controlan todo Afganistán, tras afirmar haber capturado el valle de Panshir, donde el jefe de la resistencia local, Ahmad Masud, llamó a un “levantamiento” contra el nuevo régimen.
Tras su fulminante victoria sobre las tropas gubernamentales en agosto y la retirada de Estados Unidos hace una semana después de 20 años de guerra, los talibanes trataron de sofocar la resistencia atrincherada en el montañoso valle de Panshir, cerca de Kabul.
“Con esta victoria, nuestro país ha salido completamente del atolladero de la guerra. El pueblo vivirá ahora en libertad, paz y prosperidad”, dijo el principal portavoz del movimiento islamista, Zabihullah Mujahid, en un comunicado.
El valle de Panshir, histórico bastión antitalibán, que se hizo famoso a finales de la década de 1980 por el legendario comandante Ahmed Shah Massoud antes de ser asesinado por Al Qaeda en 2001, es el hogar del Frente Nacional de Resistencia (FNR).
El jefe de esa fuerza, Ahmad Masud, hijo del comandante Masud, respondió a los talibanes llamando a “levantarse por la dignidad, la libertad y la prosperidad” de Afganistán. El FNR afirma conservar “posiciones estratégicas” en la zona y “continuar” su lucha.
Por su parte, y en una rueda de prensa en Kabul, el portavoz talibán advirtió contra nuevos intentos de insurgencia y llamó a antiguos miembros de las fuerzas armadas a unirse a las tropas de su régimen.
“El Emirato Islámico es muy sensible a las insurgencias. Cualquiera que intente iniciar una insurgencia será atacado con firmeza. No permitiremos otra“, advirtió.
Las imágenes publicadas en las redes sociales mostraban a los talibanes en las oficinas del gobernador de la provincia de Panshir y banderas del movimiento islamista ondeando por doquier.
Tras la caída de Kabul el 15 de agosto, las fuerzas opuestas a las nuevas autoridades formaron el FNR en Panshir, una región que no había caído ni durante la ocupación soviética ni durante el primer gobierno talibán (1996-2001).
En la noche del domingo al lunes, el FNR había reconocido la existencia de numerosas bajas en los combates del fin de semana y pidió un alto el fuego.
Irán, que tiene una larga frontera con Afganistán, condenó el lunes “enérgicamente” la ofensiva talibán contra el valle de Panshir, después de semanas en las que había evitado condenar las acciones de las nuevas autoridades afganas.
Los talibanes siguen trabajando en la formación de su gobierno tres semanas después de entrar en Kabul. Su anuncio estaba previsto para el pasado fin de semana, pero se ha retrasado mucho.
Mujahid explicó el lunes que la formación de un gobierno “interino” se anunciará “en los próximos días”, una vez que se resuelvan algunas “cuestiones técnicas”.
Prometieron en repetidas ocasiones un ejecutivo más “inclusivo” y étnicamente representativo que durante su primer régimen, basado en una interpretación ultraderechista de la ley islámica.
La inclusión de las mujeres es muy poco probable. Durante el primer gobierno talibán, sus derechos fueron severamente recortados, sin posibilidad de estudiar, trabajar o salir a la calle solas.
Ahora, el jefe de educación talibán dijo el domingo que se les permitirá ir a la universidad si las clases están segregadas por género o separadas por una cortina.
También se exigirá a las estudiantes que lleven una abaya negra (un velo largo que cubre todo el cuerpo) y un nicab que cubra la cara, pero no será necesario el burka, que sólo tenía una red a la altura de los ojos.
La asunción del poder conlleva múltiples retos para los talibanes, entre ellos las necesidades humanitarias de una gran parte de la población que requerirá ayuda internacional.
El enviado humanitario de la ONU, Martin Griffiths, llegó a Kabul para reunirse con el mando talibán, que prometió ayudar.
“Las autoridades aseguraron que se garantizará la seguridad del personal humanitario y el acceso de la ayuda humanitaria a las personas necesitadas, y que los trabajadores humanitarios (tanto hombres como mujeres) tendrán garantizada la libertad de movimiento”, dijo el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, en un comunicado.