Miles de manifestantes se reunieron en Brasilia en el Día de la Independencia, a la espera de que el presidente Jair Bolsonaro diga que el “pueblo” dirá qué camino debe tomar el país durante las masivas protestas convocadas por la ultraderecha.
“Hoy es el día del pueblo, son los brasileños los que nos van a dar un norte para decir hacia dónde debe ir Brasil“, dijo Bolsonaro en un vídeo poco antes de asistir a una ceremonia de izado de bandera con motivo del aniversario de la independencia de Brasil.
Bolsonaro dijo que sólo quería ser el “portavoz del pueblo” con las manifestaciones, aunque volvió a criticar a algunos miembros del Tribunal Supremo.
“Nuestro país no puede seguir siendo rehén de una o dos personas, estén donde estén”, y “a partir de ahora, no permitiré que otros jueguen fuera de las cuatro líneas de la Constitución“, añadió.
Los ataques al Tribunal Supremo y a otras instituciones como el Congreso son uno de los temas principales de los grupos de extrema derecha que participan en los actos del martes, lo que hace saltar las alarmas entre las fuerzas demócratas.
El lunes por la noche, los partidarios de Bolsonaro rompieron un cordón policial e irrumpieron en la Explanada de los Ministerios, una avenida donde se reúnen todos los edificios del poder público, incluida la sede del Parlamento y el Tribunal Supremo, exigiendo la intervención militar a pesar de que se prohibió el paso de vehículos.
Entre la multitud, que también gritó que quería “cerrar el Tribunal Supremo“, estaba uno de los hijos del presidente, el diputado federal Eduardo Bolsonaro, según mostraron los vídeos publicados en las redes sociales.
Las autoridades reconocieron que se había producido una “invasión”, pero aseguraron que se habían reforzado las medidas de seguridad para evitar que los manifestantes llegaran a la sede del máximo tribunal del país e informaron de que habían vuelto a interrumpir el tráfico.
Las pancartas de los manifestantes pedían la destitución de los ministros del Tribunal Supremo, el cierre de las instituciones e incluso la intervención militar, y se lanzaron fuegos artificiales.
Sin embargo, Bolsonaro ha asegurado que los actos de hoy, instigados por él y que tienen lugar en varias ciudades brasileñas, son por la “libertad”, a pesar de que la oposición afirma que buscan un “golpe” contra las instituciones democráticas.
En medio de las crecientes tensiones políticas y sociales, los grupos de la oposición también han lanzado una convocatoria y saldrán a la calle en varios puntos del país, como Sao Paulo y Brasilia, donde se ha reforzado la seguridad.
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