Desde hace más de 38 años, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) confecciona a mano todas las banderas nacionales que se utilizan en el sector de seguridad del país y en las entidades gubernamentales en su Fábrica de Vestuario y Equipo (Fave), fundada en noviembre de 1982.
El capitán Alejandro Velázquez Valdivieso, jefe del área de confección de trajes de la Sedena, explicó a El Sol de México que en esta unidad se elaboran más de mil banderas al año, entre las que destacan las del Zócalo capitalino, el Heroico Colegio Militar, el Campo Marte y San Jerónimo.
“Estamos sumamente orgullosos de pertenecer al proceso de elaboración del máximo símbolo de los mexicanos, que es la bandera. Para nosotros es la bandera más bella del mundo y por lo tanto es un orgullo y un honor pertenecer a este proceso”, dijo el militar.
De acuerdo con Valdivieso, para trabajar en esta unidad, los soldados son capacitados de manera generacional, es decir, comienzan como aprendices y poco a poco van aprendiendo en las áreas de pintura y producción hasta convertirse en maestros, preparación que puede llevar más de un año. Aunque el Fave es un complejo con 11 fábricas, la unidad de hilado, tejido, corte y costura a cargo de Valdivieso tiene 140 soldados trabajando en la producción de uniformes, chaquetas, uniformes médicos y otros materiales utilizados por el Ejército; sin embargo, en el área de banderas sólo hay 20 soldados.
Estos se ciñen estrictamente al diseño y confección estipulados en el artículo 3 de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional “que garantiza que sea siempre simétrica”.
En primer lugar, están las banderas interiores, que son miniaturas, banderas de escritorio, de oficina y de guerra, así como banderas de ataúd, bandas de decoración y guiones para diferentes unidades. Para ellas se utiliza una tela lisa y para la bandera nacional se emplea un hilo metálico especial para el bordado.
Luego están las banderas exteriores, que son las banderas de edificios y las banderas monumentales. Para ellas se utiliza un tejido llamado diamond ripstop o “antidesgarro”, realizado con hilos de nylon y un refuerzo interno para que el material no sufra la tensión del izado.
En este caso, el símbolo patrio se pinta a mano con un total de 11 colores base y cinco tonos, un proceso que dura más de 21 días, pero que garantiza una vida útil de entre ocho y 14 meses.