Miles de salvadoreños se manifestaron el miércoles para pedir al presidente Nayib Bukele que respete la separación de poderes y rechace la introducción del Bitcoin como moneda de curso legal, cuando el país conmemora el bicentenario de su independencia.
La jornada, que había sido pacífica, terminó con un confuso incidente en el que se incendió una caseta en el centro histórico que custodiaba un cajero automático utilizado para el monedero electrónico “Chivo” que el Gobierno introdujo la semana pasada para manejar Bitcoins.
Antes del incendio, los manifestantes habían escrito el lema “No al Chivo de Bukele” en una de las paredes del edificio donde se encontraba el cajero.
Portando pancartas con lemas como “Respeto a la Constitución“, “Resistencia y levantamiento popular contra la dictadura” y “No al Bitcoin“, los manifestantes, procedentes de distintos sectores de San Salvador, se detuvieron en la céntrica plaza Francisco Morazán.
Las manifestaciones se producen a pesar de que Bukele, en el poder desde 2019, goza de gran popularidad y ha aprovechado el descontento de los ciudadanos con los partidos tradicionales que han gobernado el país durante tres décadas. La revista Time lo incluyó el miércoles en su lista de las 100 personas más influyentes de 2021.
Bukele culpa a la comunidad internacional
Por la noche, el hombre fuerte acusó a la comunidad internacional de financiar las manifestaciones.
“Desgraciadamente, están siendo protegidos por algunos amigos de la comunidad internacional. Digo algunos, porque no son todos. Pero algunos de ellos están incluso financiados. Lo triste es que están financiando a una oposición pervertida a la que no le importa perjudicar a los niños y a los ancianos”, dijo Bukele en un discurso televisado con motivo del bicentenario del país.
Los organizadores de la marcha habían denunciado que hombres enmascarados intentaron infiltrarse en la protesta para sembrar la violencia y desacreditar sus reivindicaciones. Pero Bukele lo descartó.
“‘No al Bitcoin’
Tres manifestaciones tuvieron lugar en San Salvador este miércoles, uniéndose al final del día en la céntrica Plaza Morazán.
Para los organizadores, ha sido la concentración “más grande” contra el gobierno de Bukele en los dos años que lleva en el cargo.
La mayor afluencia de público se produjo en la manifestación que partió del parque Cuscatlán, en el oeste de la capital, y a la que asistieron campesinos, trabajadores y activistas de diversos sindicatos y asociaciones profesionales.
“Nos manifestamos porque no queremos esta ley del bitcoin, porque no nos favorece (…) a veces sube y a veces baja, es muy volátil”, comentó Natalia Belloso, de 41 años, que llevaba una camiseta blanca con el emblema “No al bitcoin”.
“Estamos enviando un mensaje al gobierno de que hay ciudadanos que no están de acuerdo con algunas medidas”, dijo Milton Brizuela, presidente del Colegio Médico de El Salvador.
El Gobierno introdujo esta criptodivisa como moneda de curso legal en el país el 7 de septiembre, a la par que el dólar.