WASHINGTON – Estados Unidos admitió haber cometido un “trágico error” en un ataque con drones en Kabul que mató a 10 civiles, entre ellos siete niños, el 29 de agosto. Así lo declaró el jefe del Mando Central de Estados Unidos, el general Kenneth F. McKenzie.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, explicó en un comunicado de prensa que McKenzie le informó de que el ataque pretendía dirigirse a una amenaza “inminente” contra el aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul, pero resultó ser un error, que provocó la muerte de civiles.
El ataque, un macabro colofón a 20 años de guerra de Estados Unidos en Afganistán, tenía como objetivo una supuesta operación del Estado Islámico contra el aeropuerto de Kabul de la que la inteligencia estadounidense estaba “razonablemente segura”.
Por otro lado, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas renovó por seis meses su misión política en Afganistán en una resolución que también exige a los talibanes un “gobierno inclusivo y representativo” y la participación de las mujeres en la vida social.
La resolución insiste en la “importancia del establecimiento de un gobierno inclusivo y representativo” y pide la “participación plena, igualitaria y significativa de las mujeres, y el respeto de los derechos humanos, incluidos los de las mujeres, los niños y las minorías”.
Sin embargo, los talibanes parecen decididos a sustituir el Ministerio de Asuntos de la Mujer por el Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio, que ya aplicó duras políticas fundamentalistas durante su primer mandato en la década de 1990.
En el edificio del hasta ahora Ministerio de Asuntos de la Mujer, se vio a trabajadores instalando un nuevo panel con el nombre del otro organismo.