El Secretario General de la ONU, António Guterres, abrió el martes la Asamblea General de la ONU haciendo sonar la “campana de alarma” ante un mundo que “nunca ha estado tan amenazado ni tan dividido”. “El mundo debe despertar. Estamos al borde de un abismo y avanzamos en la dirección equivocada”, dijo Guterres a los líderes internacionales reunidos en Nueva York.El diplomático portugués presentó un sombrío análisis de la situación internacional, marcada en su opinión por la falta de unidad en la respuesta a la pandemia, los escasos avances en la lucha contra el cambio climático, las crecientes desigualdades y las crisis en países como Afganistán, Yemen y Etiopía. Respecto al covid-19, Guterres denunció la “obscenidad” de que muchos países ricos ya hayan vacunado a la mayoría de su población mientras que en lugares como África más del 90 por ciento de la población sigue esperando la primera dosis. Mientras tanto, destacó el creciente impacto del calentamiento global y exigió que todos los países actúen con rapidez, empezando por compromisos ambiciosos en la próxima cumbre del clima (COP26), que se celebrará en noviembre en Glasgow (Reino Unido). Además, señaló que la pandemia y la crisis climática han sacado a la luz muchos de los principales problemas mundiales, como la falta de solidaridad, el egoísmo, la corrupción y la enorme desigualdad, que están provocando desconfianza y desesperanza entre los ciudadanos. “Cuando ven a los multimillonarios pasearse por el espacio mientras millones se mueren de hambre en la tierra…. Cuando los padres ven un futuro para sus hijos que parece peor que los problemas de hoy… Cuando los jóvenes no ven un futuro…”, enumeró.Guterres también alertó de la situación en varias zonas de conflicto, empezando por Afganistán, donde instó al mundo a multiplicar la ayuda humanitaria y “defender los derechos humanos, especialmente los de las mujeres y las niñas”. El ex primer ministro portugués también lamentó el “retorno de los golpes militares” en varias regiones del mundo y los achacó, en parte, a la falta de unidad de la comunidad internacional. “Las divisiones geopolíticas están socavando la cooperación internacional y limitando la capacidad del Consejo de Seguridad para tomar las decisiones necesarias. Ante decenas de jefes de Estado y de gobierno, Guterres cerró su discurso con un llamamiento a transformar el mundo, dar un nuevo impulso al multilateralismo y recuperar la confianza de todos.