LONDRES. Las gasolineras se agotaron en las ciudades británicas y los minoristas racionaron las ventas de combustible, ya que la escasez de camioneros llevó a las cadenas de suministro a un punto de extrema tensión.
La escasez de camioneros tras el Brexit, ya que la pandemia de Covid-19 está en retirada, desató el caos en las cadenas de suministro británicas de todo tipo de productos, desde alimentos hasta combustible, estimulando la preocupación por los problemas y las subidas de precios en el período previo a la Navidad.
Los conductores hicieron cola durante horas para hacer compras de pánico en las gasolineras que aún vendían, pero la mayoría estaban cerradas o tenían carteles que decían que el combustible no estaba disponible.
Hubo incluso escenas de golpes para conseguir gasolina.
Durante meses, los supermercados, los procesadores de alimentos y los agricultores advirtieron que la escasez de conductores de camiones estaba tensando las cadenas de suministro, dificultando la llegada de los productos a las tiendas.
En medio de las advertencias de que se avecinaba un invierno nefasto, algunos políticos de la Unión Europea vincularon la crisis con el referéndum del Brexit de 2016 y la decisión de Gran Bretaña de buscar una relación distante del bloque.
Mientras tanto, el gobierno británico puso en alerta al Ejército.
Según The Times, el primer ministro, Boris Johnson, dio la orden formal de entrenar a 150 militares en el reparto de gasolina, 80 de los cuales ya estarían listos para entrar en acción antes de que termine esta semana.