Al margen de la UE, donde la normativa se considera más estricta, el gobierno británico ha revisado la normativa sobre edición genética en la agricultura, permitiendo ensayos de campo de cultivos a los que se les ha empalmado el ADN para acentuar cualidades concretas, como la resistencia a las enfermedades o a la sequía.
El público británico se ha mostrado tradicionalmente escéptico ante la manipulación genética de los alimentos, pero ¿debería serlo? ¿Qué puede ofrecer la nueva tecnología a la agricultura? ¿Y cuáles son los riesgos? Se lo preguntamos al profesor de ecología de la Universidad de Southampton, Guy Poppy.
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¿Qué es la edición de genes y en qué se diferencia de la modificación genética?
Los seres humanos llevan modificando genéticamente plantas y animales desde que dejamos de ser cazadores-recolectores. Lo que ha cambiado es simplemente la forma en que modificamos los genes de un organismo.
Las mutaciones aleatorias se producen en el ADN de los organismos todo el tiempo. Cuando en el pasado surgía una variación que le gustaba a un agricultor, como una planta de tomate que producía una fruta más jugosa, lo más probable es que criara esa planta para asegurarse de que el rasgo se transmitiera. La repetición de este proceso a lo largo de generaciones creó organismos con más rasgos que gustaban a la gente. La mano del hombre ha dirigido la evolución a través de este proceso de cría selectiva desde los albores de la agricultura.
La modificación genética (MG) implica generalmente la inserción de genes en el genoma de una planta o un animal. El resultado puede ser similar al de la cría selectiva, pero los resultados son más inmediatos y precisos. Los transgénicos también pueden crear rasgos que serían improbables mediante cualquier forma de cría selectiva.
Por ejemplo, los organismos transgénicos. Estos son el producto de la transferencia de un gen del genoma de un organismo a otro, como un cultivo transgénico empalmado con proteínas insecticidas que se encuentran en las bacterias del suelo.
La edición de genes (GE) es el resultado de una tecnología más reciente, como CRISPR-Cas9, que puede editar partes de un genoma de forma rápida, precisa y (relativamente) barata, eliminando, alterando o añadiendo secciones de ADN. La edición de genes no suele implicar la introducción de genes de otras especies, pero estas técnicas permiten un control bastante complejo del genoma de un organismo.
La edición de genes puede dirigir la evolución de las plantas y los animales para producir variedades que habrían necesitado muchas generaciones de cría convencional. Por ello, muchos países están revisando sus normativas sobre organismos modificados genéticamente (OMG) para reflejar las capacidades de esta nueva tecnología y, en el caso del Reino Unido, cuando la tecnología se utiliza para desarrollar un cultivo que podría haberse producido mediante la cría convencional. .
¿Podrían estos ensayos de campo conducir al uso generalizado de cultivos editados genéticamente?
No. Las propuestas actuales permiten a los investigadores o a las empresas alimentarias realizar ensayos de campo de cultivos editados genéticamente en Inglaterra con la aprobación del Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra). Se han eliminado los costes y algunas de las barreras para iniciar la investigación, pero seguimos esperando una nueva legislación que regule el uso más amplio de la edición genética en el Reino Unido. Sólo entonces podríamos ver la venta de cultivos modificados genéticamente, lo que sería considerado por la agencia de Normas Alimentarias.
Algunos pueden ver la decisión de Defra de permitir la investigación como una aprobación de los cultivos editados genéticamente por la puerta trasera. Otros pueden temer que conduzca a una consideración más amplia de todas las tecnologías genéticas disponibles para editar plantas, animales e incluso seres humanos.
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Es probable que un proceso de aprobación más sencillo anime a más científicos a realizar ensayos de campo.
¿Cuáles son algunos de los beneficios potenciales de la edición genética de los cultivos alimentarios?
La edición genética puede hacer que las plantas y los animales sean más nutritivos o resistentes al cambio climático, por ejemplo. Muchas plantas contienen antinutrientes, sustancias que restringen la disponibilidad de nutrientes para el cuerpo humano durante la digestión. La edición de genes podría dirigirse a ellas y eliminarlas, haciendo que la planta sea más nutritiva.
La edición genética también puede cambiar las necesidades de agua de una planta, produciendo cultivos que necesitan menos agua para crecer. En 2018, los científicos descubrieron que al alterar la expresión de un gen que se encuentra en todas las plantas,